lunes, 24 de junio de 2019

RESEÑA DE "BREVE HISTORIA DE LA GUERRA DE BOSNIA"


SANCHEZ ARANAZ, F. Breve historia de la guerra de Bosnia. Madrid: Nowtilus, 2019.

En otra entrada de este Blog, escribí hace un tiempo: “La desintegración de la antigua Yugoslavia en los últimos años del siglo XX, con sus violentos enfrentamientos, ha sido un proceso que ha dejado muchos episodios vergonzosos para el género humano”. Este conflicto,  otros en el pasado y los  latentes en estos momentos son una muestra de la incapacidad de los dirigentes políticos para buscar soluciones a los problemas y conflictos mediante el diálogo y la negociación.

No se puede entender la guerra de Bosnia sin conocer los antecedentes históricos de los Balcanes. A esto dedica el autor los dos primeros capítulos de la obra: la llegada de la población eslava en el s. VI, la pertenencia al Reino de Croacia que en el s. XI pasa al Reino de Hungría, la ocupación del Imperio Otomano, la cuestión de los Balcanes en la geopolítica de los sistemas de Bismarck, la administración del territorio por Austria en 1908, el atentado de Sarajevo que propició el comienzo de la I Guerra Mundial, la artificial creación de Yugoslavia tras la Gran Guerra juntando un conglomerado de territorios, las variadas situaciones y vicisitudes dentro de la II Guerra Mundial, la proclamación de la República Federalista de Yugoslavia gobernada por Tito, la enorme crisis económica en que se vio envuelto el país en los últimos años del gobierno de Tito que, de alguna manera, abrió el paso al resurgir de los nacionalismo desmembradores tras la muerte de Tito, la repercusión dela caída del Muro…

El grueso de la obra se dedica a analizar la guerra de Bosnia y Herzegovina, el territorio de mayor complejidad étnica y religiosa de todos de la antigua Yugoslavia. Etnia, religión y nacionalismo tres ingredientes que hicieron de este conflicto algo muy complejo. El conflicto comienza con el referéndum de autodeterminación en Bosnia y Herzegovina, celebrado a comienzos de marzo de 1992, que se saldó con más de un  99 % a favor de la independencia (aunque no participó gran parte de la población serbia, un 31 % en el territorio). Los serbobosnios, apoyados por Serbia, comenzaron a atacar al nuevo Estado. El autor va a explicar con detalle el desarrollo de esta larga y sangrienta guerra que comenzó en abril de 1992 y finalizó a fines de 1995.

Algunas cuestiones centran el relato de esta guerra. En primer lugar, el cerco y continuo bombardeo de Sarajevo muy dilatado en el tiempo. Sarajevo, ciudad mártir, se convirtió en un símbolo de las atrocidades de la guerra. La resistencia de sus habitantes fue sobrehumana, sufrieron escasez de todo: alimentos, agua, energía…. Aunque las tropas de la ONU se esforzaron por mantener abierto el aeropuerto, los serbios dificultaron la llegada de la ayuda humanitaria. Sarajevo no fue la única ciudad que sufrió en la guerra, fueron objeto de brutales ataques Gorazde, Bosanski, Zvornik, Pale, Visegrad, Foca, Banja Luca, Prijedor, Bihac… Ante la urgente necesidad de ayuda humanitaria, la solidaridad internacional se puso en marcha, pero hubo desorganización y descoordinación en el reparto, aparte de las dificultades derivadas de las acciones serbias.

Una de las grandes consecuencias del ataque serbio fue la existencia de casi dos millones de desplazados (cifras del ACNUR), cuyas casas y posesiones fueron ocupadas por los serbios. Una limpieza étnica en toda regla. Los chetniks ultranacionalistas serbios campaban a sus anchas ejecutando, deteniendo, deportando. A veces los serbios presionaron al ACNUR para que colaborara en las deportaciones bajo la amenaza de ejecuciones si no eran deportados. También los croatas protagonizaron episodios de limpieza étnica, por ejemplo en Mostar. Los países occidentales se mostraron muy reticentes a recoger refugiados. El autor se detiene en el caso de España, especialmente del País Vasco que es el territorio que más conoce y en el que se encontró más implicado. Destaca la actuación de personas e instituciones no gubernamentales en estas tareas de acogida.

Muchos de estos desplazados acabaron en los casi cien campos de concentración habilitados por los serbios en los que el mantenimiento de los derechos humanos era la menor de las preocupaciones serbias: humillaciones, infraalimentación, torturas, ejecuciones, etc. 

Otro aspecto que se analiza con detalle es la tímida  reacción de la comunidad internacional ante las grandes necesidades, las flagrantes violaciones de los derechos humanos y la limpieza étnica. Las medidas de embargo de armamento y la pretendida neutralidad de las tropas de la ONU (UNPROFOR) iban a perjudicar más a los agredidos que a los agresores. El autor expone los intentos de mediación y los puntos de vista y actuaciones de los Estados de la Comunidad Europea, Estados Unidos (su intervención era vista por los bosnios como su tabla de salvación), Rusia (que apoya a Serbia), Turquía, el mundo islámico y otros países.

Una gran importancia en el desarrollo del conflicto tuvieron las actuaciones del régimen nacionalista serbio de Milosevic y la de Croacia que mantuvo fuerte discrepancia con los musulmanes bosnios aunque, a la postre, apoyó a Bosnia y Herzegovina.  ¿Pretendió en algún momento Croacia llegar a un acuerdo con Serbia para repartirse el territorio de Bosnia y Herzegovina? Es verdad que en Serbia hubo algunas voces  pacifistas (algunas manifestaciones contra Milosevic), pero el nacionalismo exacerbado se impuso sin problemas dominando el aparato del Estado y los medios de comunicación.

Se explican los pasos para buscar una solución al conflicto: las poco efectivas negociaciones de Londres en 1992 por las posiciones tan antagónicas de las partes, las Resoluciones de la ONU que muchas veces cayeron en saco roto, las intervenciones y propuestas de la Conferencia para la Integración de los Balcanes en Europa celebrada en Valencia… La guerra entró en una nueva dimensión en 1994 cuando el ejército croata decidió intervenir activamente. Los serbios comenzaron a retroceder, aunque aún protagonizaron algunas masacres como la de Sebrenica donde asesinaron a 8000 personas (la mayoría musulmanes) en julio de 1995 (las escalofriantes imágenes que se conocieron contribuyeron a despertar la simpatía internacional por el pueblo bosnio) o algunos ataques a Sarajevo como el del 28 de agosto con varios muertos. Ante estos hechos, la respuesta de la OTAN fue la Operación Fuerza Deliberada que consistió en ataques directos a Serbia la que obligaron a aceptar un alto el fuego e iniciar una negociación en firme. En diciembre de 1995, se firmaron en París los acuerdos que se habían alcanzado el mes anterior en Dayton. Estos acuerdos establecían la unidad de la República de Bosnia y Herzegovina como una confederación de dos entidades: La Federación de Bosnia y Herzegovina (croata-musulmana) y la República de Srpska (serbia). Así finalizo esta  larga y cruenta guerra dejando 97207 muertos y casi dos millones de desplazados. ¿Cómo pudo aparecer tanto odio entre comunidades que, hasta ese momento, habían convivido sin mayores problemas? ¿Cómo pudo Serbia ser protagonista de tanta barbarie?



Dedica un capítulo a una reflexión sobre lo que supuso la guerra de Bosnia para los movimientos pacifistas para los que siempre hay una solución para un conflicto antes que emplear la violencia. ¿Se podía hacer una excepción y ver bien una intervención militar en Bosnia ante las masacres y la limpieza étnica protagonizadas por los serbios? Hace un repaso a la posición de algunos grupos y personas españoles.

Finaliza la obra con dos interesantes apéndices: uno sobre la lucha de los albaneses en Kosovo y un segundo sobre el islam en los Balcanes

La obra en la Web de la Editorial:









3 comentarios:

Anónimo dijo...

profe usted es tremendo crack!!!!!!! si apruebo es por su página.

Pedro Oña dijo...

A ver si es verdad que apruebas. Suerte

Unknown dijo...

Mis abuelos estuvieron en la segunda guerra mundial . Son serbios y me gusta saber más de mis raíces y lo que vivieron

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