CUMMINGS, E.
E. La habitación
enorme. Madrid: Nocturna Ediciones, 2019.
“La habitación enorme” es el relato
autobiográfico de los meses que el autor, E.E. Cummings, y su amigo Brown
pasaron en el Centro de Detención de la Ferté Macé situado en Normandía. Cummings
era un joven culto de 23 años, licenciado en Harvard, que, nada más entrar
Estados Unidos en la I Guerra Mundial, haciendo gala de gran patriotismo, se alistó
como voluntario en abril de 1917. Fue enviado al frente francés, cerca del
Somme, como conductor de ambulancias. Ni a él ni a su amigo les gustó el
ambiente ni la actitud del jefe de la unidad en la que estaban. Algunas cartas
que escribieron, especialmente Brown, dando cuenta de la situación de las
tropas en el frente, de su desmoralización y de la ineptitud de algunos mandos fueron
la causa por la que acabaron siendo interrogados, acusados de traidores, posibles
espías y derrotistas y, a la postre, enviados al Campo de detención de La Ferté
en espera de una decisión sobre su futuro.
Esta novela
autobiográfica, publicada en 1922, es un relato detallado de su traslado, llegada
y estancia en este Centro, sin que sobre él tuvieran ninguna acusación de peso.
Denuncia las malas condiciones alimenticias, higiénicas y médicas que hubo de soportar
durante su cautiverio. La rutina diaria, los castigos en los cabinots, los
incidentes más diversos… todos aparecen reflejados en estas páginas. El
hacinamiento en una celda nauseabunda (“la
habitación enorme”), con detenidos de muchos países y de una gran
diversidad social, genera todo un mundo de situaciones, muchas de ellas de
verdadero compañerismo y solidaridad. Por las páginas de este relato van a ir
apareciendo un gran número de personajes que el autor describe con detalle, su
físico, sus costumbres, sus anhelos y sueños, sus débiles acusaciones… De
muchos de ellos, Cummings va a guardar recuerdos entrañables. Historias profundamente humanas. Son muchos
los que merecen su atención, además de su amigo Brown: Monsieur Auguste, Conde
de Bragard, Borla. Harre, Fritz, El Maestro, el hombre del Gorro Naranja, el
Zulú, el Oso, el Joven Ruso, el Peluquero, Garibaldi, el Hombre Listo, Judas,
el Capitán Holandés, el Reparador de Máquinas, Afrique, Pan Moreno, Pete,
Méxique, el Joven Polaco, el Chulo de Putas Español, el Vagabundo y su Hijo, el Repartidor, Sobrepelliz, Jean Le Nègre,
etc. … Todos, de una forma u otra, víctimas de la sinrazón de la guerra, con un
futuro dependiente de una Comisión de
Evaluación que se reunía cada tres meses. También describe la situación de las
mujeres detenidas de las que están separados por un muro, especialmente de Marguerite,
Celine, Lena, Lily y Renée. A pesar de que la comunicación con ellas estaba
terminantemente prohibida so pena de severos castigos, relata algunas interacciones.
También deja constancia del comportamiento de los funcionarios del Centro,
desde el director (Apollion) hasta los vigilantes. Finaliza con su salida de La Ferté tras pasar por la
Comisión de Evaluación y ser liberado en enero de 1918.
“La habitación enorme”
es un libro denuncia de las estupideces compañeras de la guerra. Frente a la
posición de su padre que quería emprender acciones judiciales para esclarecer y
pedir responsabilidades ante una detención totalmente injustificada, E. E.
Cummings pensó que era más eficaz escribir una obra de esta naturaleza. Un
libro con claros tintes antimilitaristas, en sintonía con otras obras de
postguerra como, por ejemplo, Adiós a las
armas de Hemingway. Cummings sabe combinar perfectamente la brutalidad,
ternura, la compasión, el humor negro… Su lectura, como corresponde a la obra
de un buen escritor y poeta, resulta ágil y francamente entretenida. Atrapa al
lector. Ilustran el texto los sencillos dibujos (bocetos) que Cummings hizo
durante su detención (era muy aficionado a la pintura).
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