El 30 de octubre de 1917 se publicó el Decreto sobre empresas industriales.
El control de cada fábrica sería ejercido por los propios trabajadores cuando fuera posible (empresas pequeñas) o a través de los órganos elegidos al respecto en las más grandes, como los comités de fábrica.
Al comienzo, se pensó en mantener a los
antiguos propietarios, pero los obreros no se conformaban con el control.
DECRETO SOBRE EL CONTROL OBRERO DE LAS INDUSTRIAS
1.- Queda establecido el control obrero sobre la producción, conservación y compraventa
de todos los productos y materias primas en todas las empresas industriales,
comerciales, bancarias, agrícolas, etc., que cuenten con cinco obreros y empleados
(en conjunto), por lo menos, o cuyo giro anual no sea inferior a 10.000 rublos.
2.- Ejercerán el control obrero todos los obreros y empleados de la empresa, ya directamente,
si la empresa es tan pequeña que lo hace posible, ya por medio de sus
representantes, cuya elección tendrá lugar inmediatamente en asambleas generales...
5.- Las decisiones de los representantes elegidos por los obreros y empleados son
obligatorias para los propietarios de las empresas y no pueden ser anuladas más
que por los sindicatos y sus congresos.
6.- En todas las empresas de importancia nacional, todos los propietarios y todos
los representantes elegidos por los obreros y empleados para ejercer el control obrero
responden ante el Estado del riguroso mantenimiento del orden, de la disciplina
y de la protección de los bienes. Los culpables de incuria, de ocultación de stocks,
balances, etc., serán castigados con la confiscación de todos sus bienes y con penas
de reclusión que pueden llegar a cinco años.
7.- Se declaran empresas de importancia nacional todas las que trabajan para la defensa
o están relacionadas de algún modo con la producción de artículos necesarios
para la subsistencia de las masas de la población.
8.- Los Soviets locales de diputados obreros, las conferencias de comités de fábrica
y las de comités de empleados dictará, en asambleas generales de sus representantes,
reglas más detalladas de control obrero.
En cada ciudad un Consejo de Control Obrero constituirá una de las secciones del Soviet.
En diciembre
de 1917, Lenin creó el Consejo Superior de Economía Nacional (VENSENJA) que
emprendió un doble camino: el de las nacionalizaciones
(con cierta prudencia)
y el de la planificación
de la actividad económica.
El control obrero pronto se manifestó incompatible
con las exigencias
inmediatas del resurgir económico.
Las fábricas de más de cinco obreros se nacionalizaron en 1920. Más tarde, se nacionalizó la banca,
último reducto de la burguesía. “El negocio bancario se declara monopolio del estado”.
Las nacionalizaciones fueron mal vistas en Europa Occidental ya que iban en contra de sus cuantiosas
inversiones, francesas e inglesas sobre todo. También tuvo gran repercusión en el exterior que no se reconocieran las deudas estatales
de la época zarista.
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