miércoles, 31 de octubre de 2018

II GUERRA MUNDIAL: EL GENERAL DE GAULLE LLAMA A LOS FRANCESES A LA RESISTENCIA (LONDRES, 18 DE JUNIO DE 1940)

El general De Gaulle, desde Londres y a través de la BBC, se dirigió a sus compatriotas franceses haciendo un llamamiento a la resistencia y a la lucha hasta lograr la liberación del País.



LLAMAMIENTO A LA RESISTENCIA DE DE GAULLE

Los líderes que, desde hace muchos años, están a la cabeza de los ejércitos franceses, han formado un gobierno. Este gobierno alegando la derrota de nuestros ejércitos, se ha puesto en contacto con el enemigo para el cese de las hostilidades.
Es cierto que hemos sido y seguimos estando sumergidos por la fuerza mecánica terrestre y aérea al enemigo. Infinitamente más que su número, son los carros, los aviones y la táctica de los alemanes, los que nos hacen retroceder. Son los carros, los aviones y la táctica de los alemanes, los que han sorprendido a nuestros líderes hasta el punto de llevarle a donde ahora se encuentran.
Pero ¿se ha dicho la última palabra? ¿Debe perderse la esperanza? ¿Es definitiva la derrota? ¡No!
Creedme a mí que os hablo con conocimiento de causa y os digo que nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden traer un día la victoria.
 ¡Porque Francia no está sola! ¡No está sola! ¡No está sola! Tiene un vasto imperio tras ella. Puede formar un bloque con el Imperio británico que domina los mares y continúa la lucha. Puede, como Inglaterra, utilizar ilimitadamente la inmensa industria de Estados Unidos.
Esta guerra no está limitada al desdichado territorio de nuestro país. Esta guerra no ha quedado decidida por la batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial. Todas las faltas, todos los retrasos, todos los padecimientos no impiden que existan, en el universo, todos los medios para aplastar un día a nuestros enemigos. Fulminados hoy por la fuerza mecánica, podemos vencer en el futuro por una fuerza mecánica superior: va en ello el destino del mundo.
 Yo, general De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y soldados franceses que se encuentren o pasen a encontrase en territorio británico, con sus armas o sin ellas, invito a los ingenieros y a los obreros especialistas de las industrias de armamento que se encuentren o pasen a encontrarse en territorio británico, a poner se en contacto conmigo. Ocurra lo que ocurra la llama de la resistencia francesa no debe apagarse y no se apagará.
Charles de Gaulle. Londres, 18 de junio de 1940
Este llamamiento fue incluido por la UNESCO en 2005 en el Programa Memoria del Mundo en el que se recogen y protegen documentos de interés universal.


Al principio De Gaulle no contaba con mucho apoyo fuera del África Ecuatorial Francesa, incluso los Aliados le miraban con un poco desprecio. A medida que fue pasando el tiempo su actitud de 1940 se vio más justificada y llegó a convertirse en el símbolo de la independencia francesa. A pesar de que De Gaulle y sus colaboradores eran conservadores encontraron su apoyo en los sectores radicales y progresistas de la sociedad francesa, mientras que los sectores conservadores y clericales apoyaron el Régimen de Vichy.

El 14.07, aniversario de la Toma de la Bastilla, De Gaulle puso flores en el monumento a Foch con un contingente de “franceses libres” y adoptó la Cruz de Lorena como símbolo del movimiento de la resistencia. El 7.08, el Gobierno Inglés, en malas relaciones con Vichy, reconoció a De Gaulle y firmó un tratado con él. Sin embargo, Inglaterra no pensaba en recuperar Francia ya que estaba bastante agobiada luchando por su supervivencia.

En realidad, la Resistencia se inició, de una manera espontánea, nada más comenzar la ocupación alemana, aunque se considera como fecha de su nacimiento la proclama del general De Gaulle desde Londres.Fue una Resistencia rural y urbana. Al principio hubo dos corrientes:

  • La exterior en torno a De Gaulle. Éste intentó formar un ejército de tipo clásico: Las Fuerzas Francesas Libres (FFL) que se nutrieron especialmente de fuerzas coloniales (África Ecuatorial y del Norte, Madagascar...). Esta Resistencia se fue institucionalizando, creó el Comité Nacional Francés de Londres (1940), luego el Comité Francés de Liberación Nacional y desde 1944 el Gobierno Provisional de la República Francesa (éste acabó representanto tanto a la Resistencia exterior como interior)
  • La interior con gran papel de los comunistas. Desarrolló una gran actividad: sabotajes, redes de evasión de prisioneros, agentes de información...Además del Frente Nacional Comunista hubo otros grupos muy activos: Combat de Henri Frenais, Liberation de E. d`Astier de la Vigerie, Liberation-Nord, Franc-Tireur...
En 1943 se unificaron ambas resistencias y apoyaron a De Gaulle. La Resistencia interior apoyó a De Gaulle para que llegara a África y quitara el mando a Giraud, favorito de los americanos y de ideas más cercanas a Petain. La Resistencia interior, coordinada por J. Moulin por mandato de De Gaulle, comenzó a ganarse la simpatía de la mayor parte de los franceses. J. Moulin se dedicó a crear el Consejo Nacional de Resistencia. Desde 1943 aparecieron muchos maquis, sobre todo en los Alpes y en el Macizo Central, compuestos principalmente por jóvenes de todas clases sociales amenazados por el Servicio de Trabajo Obligatorio en Alemania.  Tras el desembarco de Normandía se activó bastante la Resistencia.

martes, 30 de octubre de 2018

RESEÑA DE "BREVE HISTORIA DEL JAPÓN FEUDAL" (R. ALMARZA)


ALMARZA, Rubén. “Breve historia del Japón feudal”. Madrid: Editorial Nowtilus, 2018.


Hay que dar la bienvenida a esta obra que nos acerca a un período de la historia japonesa del que existe escasa bibliografía en castellano. Estamos ante un ensayo que logra desmontar ciertos mitos muy difundidos sobre todo lo relacionado con la historia medieval japonesa y que consigue evitar un enfoque eurocéntrico en su exposición. Pues si bien es verdad que el feudalismo japonés presenta algunas similitudes con, por ejemplo, el francés o español, no lo es menos que ofrece grandes diferencias con ellos fruto de una historia y una mentalidad peculiares.


A través de una exposición diacrónica, Rubén Almarza analiza la larga época feudal japonesa, centrándose especialmente en el tiempo que transcurre desde el Período Heian (794-1192) hasta el final del shogunato Tokugawa (1868). Para poder entender mejor esta época, comienza haciendo una larga introducción a los años anteriores a 794, desde la prehistoria del país: los primeros pobladores de las islas, los restos paleolíticos, la tardía llegada del neolítico, la religión y el auge del budismo, los primeros intentos de  formación de un Estado complejo, las relaciones con Corea y China, la primera literatura japonesa… y la peculiar geografía de las islas que componen el archipiélago japonés, situado lo suficientemente lejos del continente asiático para mantener su peculiaridad y, a la vez, lo bastante cerca para recibir las influencias económicas y culturales de China y Corea.


El autor divide el estudio del feudalismo japonés en varios períodos. De cada uno de ellos analiza la estructura de poder, la figura del emperador, las familias dominantes que ejercen de facto el gobierno, los conflictos internos entre clanes que luchan por el poder, las relaciones con el exterior, el impacto del contacto con los europeos (comerciantes y evangelizadores), etc., y también la economía, la estructura social, la cultura, la literatura y el arte.


El feudalismo japonés alcanzó su más acabada expresión en la época del shogunato de la familia Tokugawa que se hizo con el poder tras la batalla de Sekigahara (1600) y se mantuvo en él hasta la Restauración Meiji en 1868. Pero la sociedad feudal comenzó a configurarse y a consolidarse desde el período Heian (794-1192). Durante la mayor parte de esta época, los emperadores delegaron las tareas de gobierno, la familia Fujiwara monopolizó el cargo de regente (que no solo operaba cuando el emperador era menor de edad) hasta que el emperador Shirakawa (1155-1158) decidió gobernar él mismo. Un aumento del poder de los señores, un crecimiento de los latifundios y la aparición de la clase samurái marcan los inicios de la feudalización. También se dio un florecimiento  cultural destacando el auge de la poesía (el género literario más valorado) y se construyeron numerosos palacios y templo. Siguió el convulso período Kamakura (1192-1333). Yorimoto se hizo con el poder (se nombró shogun) e inauguró el primer Gobierno de índole guerrera. En esta época Japón debió hacer frente a dos intentos de invasión de los mongoles que logró frenar gracias en parte a fenómenos meteorológicos. Durante esta época el feudalismo japonés fue consolidando su estructura. El largo tiempo de los períodos Muromachi y Sengoku (1336-1573), dominado por el shogunato de la familia Ashikaga, fue una época de conflictos armados y de gran belicosidad. Se consolidó el poder de los señores locales (daimios) y la fidelización de la sociedad. En 1543, comerciantes japoneses llegaron a las costas de Japón, entre sus artículos llevaban uno que causó gran sensación y que rápidamente fue adoptado por los samuráis: el arcabuz. En 1549 llegó a Japón Francisco Javier. Precisamente en el arcabuz basó su poder Nobunaga, el hombre fuerte que inauguró el período Azuchi-Momoyama (1573-1603). Creció la producción agrícola, el comercio y la artesanía, se reunificó el Japón y los señores feudales (daimios) construyeron numerosos castillos verdaderos centros rectores de la vida de su entorno. No todo fue paz, Japón se enfrentó a los ejércitos de Corea y China en un conflicto que duró casi una década. La primitiva tolerancia con los misioneros (jesuitas y franciscanos) se tornó en recelo debido al poco tacto de los predicadores y más tarde en abierto rechazo por los gobernantes: Hideyoshi expulsó a los jesuitas en 1587 y diez años más tarde ordenó crucificar a 26 cristianos, algunos eran japoneses convertidos (los conocidos como mártires de Nagashaki). Finalmente, en el larguísimo período Edo (1603-1867), dominado por el shogunato de la familia Tokugawa se ipuso el aislacionismo de Japón, portugueses y españoles fueron expulsados del país y tan solo se permitió la estancia de un grupo de holandeses en la isla artificial de Dejima. Este aislacionismo va a continuar hasta le llegada de la flota del comodoro Perry en 1853, primer extranjero no autorizado que entró en Japón en 200 años. A partir de entonces Japón se va a tener que abrir al exterior, no siempre de buena gana, firmando una serie de tratados con las potencias occidentales no muy favorables para sus. El autor explica con detalle la estructura de una sociedad tan jerarquizada (aunque con alguna posibilidad de movilidad) y los distintos grupos sociales, dedicando un  apartado al papel de la mujer en esta sociedad (de una posible sociedad matriarcal en el período Heian se fue pasando a otra de claro predominio masculino a medida que se fue imponiendo la clase guerrera). Tras dedicar unas líneas a la mejora en la economía, al aumento del nivel de vida y al desarrollo cultural y artístico, se analiza por qué cayó el shogunato. En 1868, se proclamó la Restauración Meiji y el final de la época Tokugawa.


Hasta aquí el cuerpo principal de la obra que acaba con unas líneas explicando en qué consistió la Restauración Meiji  y dando unas pequeñas pinceladas de la historia posterior de Japón.


La obra en la Web de la Editorial:

viernes, 26 de octubre de 2018

II GUERRA MUNDIAL: LA CAPITULACIÓN DE FRANCIA

Tras el embarque de las tropas en Dunkerque, se estableció un segundo frente al norte de París que llegaba hasta el extremo norte de la Línea Maginot. Los alemanes llegaron a la  Línea Maginot, su objetivo prioritario era llegar a París. Algunos generales franceses (Buhrer, Prételat...) pensaban que había que sacar a los soldados de sus refgugios de hormigón de la Línea Maginot puesto que, en realidad, no defendían nada. De Gauke propuso reunir los blindados con los que contaba Francia y organizar un contraataque. Sin embargo el Estado Mayor ordenó continuar a la defensiva.
 
El 5.06.1940 comenzó una nueva ofensiva alemana. Tras una primera resistencia, el frente francés se derrumbó estrepitosamente, los soldados huían despavoridos.  Los alemanes sobrepasaron fácilmente la Línea con muy pocas bajas y avanzaron rápidamente dejando para la infantería la “limpieza” de los focos de resistencia que quedaban a sus espaldas. El día 9 los alemanes cruzaron el  Sena sus blindados avanzaban a gran velocidad (Rommel recorrió 240 Km en un solo día). El ejército alemán inició una "operación tenaza" sobre París. El 10.06 Mussolini, en un gesto oportunista, declaró la guerra a Gran Bretaña y Francia.
 

El Gobierno francés, tras declarar París ciudad abierta y desmilitarizada, huyó primero a Tours y luego a Burdeos. Los alemanes entraron en París el 14 de junio. Para Hiler fue una satisfacción infinita. La derrota francesa se había producido en unos pocos días,, esta rapidez conmocionó a todo el mundo, incluso a los propios alemanes.

A la izquierda, tropas alemanas desfilan por las calles de París con el Arco del Triunfo al fondo. A la derecha Hitler en París con la torre Eiffel como fondo

El Primer Ministro Reynaud presentó la dimisión, el Presidente Lebrun encargó formar gobierno a Pétain, un héroe de la I Guerra Mundial que ahora contaba 84 años (17 de junio). Pétain no ofrecía nada más que pesimismo. Reynaud era partidario de resistir, sin embargo  Pétain y Weigand apremiaban para que se firmase el armisticio aduciendo razones como que la guerra  estaba perdida, que Gran Bretaña no podría resistir por sí sola o que seguir resistiendo acarrearía sufrimientos inútiles. Además estaba el deseo, un tanto confuso, de seguir manteniendo bajo soberanía francesa al menos en una parte del País. Lebrun encargó a Pétain negociar el armisticio que lo solicitó a los alemanes el día 18 de junio.

"Al responder a una petición del Presidente de la República, asumo desde hoy la jefatura del gobierno de Francia. Seguro del afecto de nuestro admirable ejército, que lucha con un heroísmo digno de su larga tradición militar contra un enemigo superior en número y armamento; seguro de que con su magnífica resistencia el ejército cumplió con las obligacio-nes con los aliados; seguro del apoyo de los ex combatientes que tuve el honor de comandar; y seguro de la confianza del pueblo entero, me doy a Francia para atenuar su infortunio. En estas penosas horas pienso en los desgraciados fugitivos que, carentes totalmente de medios, yerran por nuestros caminos. Les expreso mi compasión y cariño. Con el corazón dolorido os digo hoy que debe cesar la lucha. Anoche me dirigí al adversario para preguntarle si está dispuesto a buscar conmigo, como soldados, después de la batalla y en forma honrosa, los medios para poner fin a las hostilidades. Todos los franceses deben congregarse en torno del gobierno que presido en estas duras pruebas y soportar en silencio la angustia de obedecer solamente a la fe en el destino de la Patria." Mensaje de Petain, 17 de junio de 1940.

 

Hitler quiso que el armisticio se firmase en el mismo lugar y en el mismo vagón de tren en los que los alemanes fueron obligados a firmar la capitulación en 1918. Fue preciso sacar al vagón del museo en el que se encontraba (a través de un hueco practicado en la pared) y trasladarlo al claro de Rethondes. Tras la firma, el vagón se trasladó a Berlín. En otra entrada de este Blog puede seguir la curiosa historia de este "vagón del armisticio"








Llegada al vagón para la firma del armisticio


El armisticio se firmó en el  bosque de Compiègne el 22 de junio de 1940, era la humillación de Francia. El texto establecía la división de Francia como se ve en el mapa siguiente:
  • Los alemanes administraban todo el noreste de Francia (zona ocupada).
  • El resto de Francia quedaba bajo el Gobierno de Petain que estableció su capital en Vichy. Este Gobierno títere controlaba 40 Departamentos, la flota y las colonias

Wikipedia


 
CAPITULACIÓN DE FRANCIA
Acuerdo de Armisticio entre el Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas y los Plenipotenciarios Franceses. 22 de Junio de 1940.
Entre el Jefe de Alto Mando de las Fuerzas Armadas Coronel General [Wilhelm] Keitel, comisionado por el Fuehrer del Reich Alemán y Supremo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Alemanas y los suficientemente autorizados plenipotenciarios del Gobierno Francés, General [Charles L. C.] Huntziger, presidente de la delegación; Embajador [León] Noel, Vice Almirante [Maurice R.] LeLuc, General del Ejército [Georges] Parisot y General de la Fuerza Aérea [Jean-Marie Joseph] Bergeret, se acuerda el siguiente armisticio:
Artículo II.
Para salvaguardar los intereses del Reich Alemán, los territorios del Estado Francés al norte y al este de la línea dibujada en el mapa adjunto serán ocupadas por las fuerzas alemanas. Como parte de las zonas no están en control de las tropas alemanas, esta ocupación se llevará a cabo inmediatamente a la conclusión de este tratado.
Artículo III.
En las partes ocupadas de Francia, el Reich Alemán ejercerá todos los derechos de una potencia de ocupación. El Gobierno Francés se obliga a apoyar por todos los medios las normas resultantes del ejercicio de esos derechos y llevarlos a cabo con la ayuda de la administración francesa…..
Al Gobierno Francés se le permite seleccionar el asiento de su gobierno en el territorio no ocupado o si lo desea mudarse a París. En este caso el Gobierno Alemán garantiza al Gobierno Francés y a sus autoridades centrales los alivios necesarios de manera que puedan ejercer su posición de conductores de la administración desde París a los territorios no ocupados.
Artículo IV.
Las fuerzas armadas francesas en tierra mar y aire serán desmovilizadas y desarmadas en un periodo a determinarse. Se exceptúan aquellas fuerzas necesarias para mantener el orden doméstico. Alemania e Italia fijarán los niveles de fuerza que tendrán….
Artículo VII.
En el territorio ocupado, todas las fortificaciones terrestres y costeras, con armas, municiones y aparatos y plantas de todo tipo serán rendidas sin daño alguno. Los planos de esas fortificaciones así como los planos de las que han sido actualmente conquistadas serán pasadas a nuestras manos….
Artículo VIII.
La flota de guerra francesa, será reunida en puertos a ser designados de manera particular y bajo el control italiano o alemán para desmovilizarla a excepción de aquellas unidades entregadas al gobierno francés para protección de los intereses franceses en su imperio colonial….
Artículo XII.
Los vuelos de cualquier avión francés quedan prohibidos. Todos los aviones que vuelen sin autorización alemana serán declarados enemigos y tratados correspondientemente por la Fuerza Aérea Alemana…
(….)
Este acuerdo de armisticio, es firmado en el Bosque de Compiègne el 22 de Junio de 1940 a las 6:50pm, hora de verano alemana.
HUNTZIGER KEITEL
APÉNDICE
La línea mencionada en el Artículo II de este acuerdo de armisticio, comienza al este de la frontera Franco-Suiza en Ginebra y corre cerca a las villas de Doe, Paray, Le Monial, y Bourgues a aproximadamente veinte kilómetros de la línea de ferrocarril Tours-Angulie-Liborune y se extiende a través del Monte Marsan y Orthes hasta la frontera española.

¿Por qué Hitler accedió a esta particpación de Francia? No podemos saberlo exactamente. Tal vez pensó que de no hacerlo se pudiera formar un gobierno francés en el exilio en Argelia y así el ejército francés hubiera pasado al Norte de África y se hubiera unido su flota a la inglesa. O ¿tenían los alemanes  problemas para administrar toda Francia?


Fuente de la imagen: La Aventura de la Historia

La mayoría de los franceses parecieron conformarse, sin embargo algunos iniciaron la resistencia. El 18 de junio, general De Gaule, desde Londres y a través de la BBC,  hizo un llamamiento a la resistencia y a luchar hasta la liberación del País. Así nació el movimiento "Francia Libre". Del llamamiento de De Gaule trataré en otra entrada. 

El Gobierno de Vichy, presidido por Pétain quedó como colaborador de los alemanes, aunque no aceptó entrar en la guerra al lado de Alemania. El 10 de julio, la Asamblea Nacional votó (569 votos favor, 80 en contra y 17 abstenciones) la disolución de la República.


miércoles, 24 de octubre de 2018

LA LÍNEA MAGINOT, UNA GRAN OBRA QUE SIRVIÓ PARA MUY POCO



https://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=13280
A. Maginot fue Ministro de la Guerra en Francia desde 1929 a 1931. Había sido soldado raso en la I Guerra Mundial y sufrido las penalidades de la guerra de trincheras. Para evitar algo semejante tuvo la idea de construir una sólida barrera defensiva para repelir un posible ataque alemán: LA LÍNEA MAGINOT. Comenzó a construirse en 1930, tras varias fases, en 1939 estaba prácticamente terminada.

La línea Maginot era una sucesión de fuertes y búnkeres, puestos de fuego (dotados con baterías pesadas) protegidos por muros de hormigón de hasta 3 m. de espesor y blindajes de acero. Delante solían tener barreras de obstáculos para impedir el paso de los tanques.  La Línea tenía 108 fuertes principales separados por unos 15 Kms. Además, contaba con muchos pequeños fortines y puestos de observación. En total, una longitud de unos 400 Kms. (desde la frontera Suiza a Luxemburgo).  Los puestos estaban comunicados por líneas férreas subterráneas. La Línea Maginot pretendía ser autosuficiente; como se ve en la siguiente ilustración de uno de los búnkeres, procedente de la Web de ArteHistoria, contaba con generadores de luz y aire, almacenes, cocinas, hospitales, salas de mando, zonas de acuartelamiento para la tropa y oficiales, polvorín, etc. Un enorme esfuerzo y una gran inversión que sirvieron para muy poco.

https://www.artehistoria.com/es/fuente/l%C3%ADnea-maginot




Como se ve en el mapa de arriba, la Línea Maginot era más sólida en la frontera con Alemania (Alsacia y Lorena) que era donde los franceses podían esperar el araque alemán. Más al norte estaban las Ardenas, consideradas infranqueables, sobre todo para un ejército como el alemán con unidades blindadas (Petain, el héroe de la I Guerra Mundial había afirmado que un ejército blindado nunca pudiera pasar por esta zona boscosa). Y más al norte aún  estaba el llanura belga por donde se suponía pudieran atacar los alemanes, es decir un nuevo Plan Schlieffen.

El mando militar francés consideraba inexpugnable a esta Línea. Era una expresión de una aberrante y anticuada concepción estratégica que, mirando más al pasado (I Guerra Mundial) que al presente, confiana demasiado en las fortificaciones. El entonces coronel De Gaulle, estudioso de la estrategia, vio más claro y se desesperaba ante la actitud del mando. Él pensaba que Francia debía dotarse de medios mecánicos terrestres y aéreos con los que hacer frente a la guerra moderna, su voz no fue escuchada, es más se ganó la antipatía de Petain.

lunes, 22 de octubre de 2018

RESEÑA DE "BREVE HISTORIA DE LA RECONQUISTA"


DE LA TORRE RODRÍGUEZ, José Ignacio. Breve historia de la Reconquista. Madrid: Nowtilus, 2018

 ¿Pero existió la Reconquista? Esta es la pregunta que se hace el autor en el primer capítulo de la obra. No es cuestión baladí ya que ha sido objeto de un interesante debate historiográfico. El término Reconquista exige que haya una conciencia de pérdida y necesidad de recuperación del territorio lo que no siempre se tuvo tan presente. Reconquista no significa que los reinos cristianos del norte siempre tuvieran como objetivo prioritario la recuperación de los territorios peninsulares en poder musulmán. Los enfrentamientos armados y las luchas políticas fueron muy corrientes entre los reinos cristianos y también los pactos con los musulmanes del sur, unos y otros buscaros muchas veces apoyo en su teórico enemigo. Esto hace tambalear un concepto demasiado simplista de Reconquista. La religión añadió un nuevo componente a este enfrentamiento, son muy comunes las menciones a las motivaciones religiosas de los gobernantes, a la necesidad de proseguir una guerra justa y a las intervenciones divinas en favor de unos y otros en sus enfrentamientos (son muy conocidas las  apariciones de Santiago en la batalla de Clavijo, San Millán en la de Simancas, San Jorge en la  de Alcaraz o en las conquistas de Mallorca y Valencia…).  En determinados momentos, los reinos cristianos hacen una llamada a la Cruzada. 

El análisis de este debate excede a la intención de esta Breve historia de la Reconquista cuyo propósito es ofrecer una síntesis del período de historia  enmarcado por la llegada de los árabes a la Península (año 711) y su expulsión del Reino de Granada (1492), es decir la peculiar Edad Media peninsular marcada por la dicotomía cristianos-musulmanes. Conseguir explicar este complejo período en una obra de en torno a trescientas páginas y hacerlo de una manera amena y sencilla, a la vez que rigurosa, es todo un  logro que hay que reconocer a José Ignacio de la Torre.

En el segundo capítulo se explica con detalle la llegada de las tropas musulmanas en el 711 en el contexto de lucha por el poder en el Reino Visigodo y las razones que explican su rápido avance hasta el norte peninsular y más allá de los Pirineos. En otro capítulo, el tercero, se analiza cómo se fue organizando la resistencia cristiana (actuación de Pelayo y el significado de Covadonga), los comienzos de la monarquía asturiana, la expansión hacia el sur y las primeras repoblaciones,  las principales batallas ganadas por los cristianos (Clavijo, Simancas, Alhandega…), la consolidación de la frontera del Duero, las campañas de Abd al-Rahman III, el nacimiento y auge de otras unidades cristianas (Condado de Castilla, Reino de Pamplona, Condado de Aragón, Condados Catalanes), el fuerte impacto de  las campañas de Almanzor…. La Península en los s. XI y XII es el objeto del cuarto capítulo: descomposición del Califato y aparición de las primeras taifas, el reinado europeizante de Sancho III el Mayor, la separación de Castilla de León, la importancia de la toma de Toledo por Alfonso VI (la frontera se traslada al Tajo), la figura de El Cid, la llegada de los Almorávides y sus victorias sobre las tropas cristianas (Sagrajas, Consuegra y Uclés), crisis en el mundo almorávide y nuevas taifas, nacimiento del Reino de Portugal, unión definitiva de Castilla y León en 1230, llegada de los almohades que derrotan a Alfonso VIII en Alarcos, gran victoria cristiana en las Navas de Tolosa de gran impacto en toda Europa cristiana, Jaime I y sus los avances del Reino de Aragón, formación de la Corona de Aragón. El quinto capítulo está dedicado al siglo XIII “el de las tropas cristianas” en el que los espectaculares avances cristianos (incorporación de Andalucía Occidental, el Algarve, Baleares, Valencia, Murcia…) dejaron reducida la presencia musulmana al Reino de Granada. Cierra la obra un último capítulo dedicado al control del Estrecho (Tarifa, Algeciras…) y a la guerra de Granada culminada con la entrada en la ciudad de los Reyes Católicos en 1492 tras aprovechar los enfrentamientos civiles entre la familia gobernante en la ciudad.

Para esta obra, el autor ha manejado tanto la historiografía moderna (ofrece un largo apéndice bibliográfico) como las fuentes medievales. Incluye en el texto muchos fragmentos de las principales crónicas cristianas (Crónica Mozárabe, Crónica Albeldense, Crónica de Alfonso III, Primera Crónica General, Crónica de Sampiro, Crónica Silense, Chronica de El-Rey D. Affonso Henriques, Crónica de San Juan de la Peña, Crónica de Jaime I, Crónica de Alfonso XI, Crónica de España de Lucas de Tuy, Historia de los hechos de España de Rodrigo Jiménez de Rada…), escritos de autores cristianos (Raimundo de Peñafort, Jerónimo Zurita, Hernando del Pulgar…), romances y poemas (Fernán González, Mio Cid…) y crónicas y escritos de autores islámicos (Ajbar Machmuá, Al Maqqari, Al Bakri, Ibn al-Arthir, Ibn Hayyan, Ibn Abi Zar, Ibn Sahin al-Sala, Ibn Idari…).

Diversos cuadros de las genealogías de los gobernanates de los distintos condados y reinos y una buena colección de mapas históricos ayudan a facilitan la lectura y comprensión del texto.

La obra en la Web de la Editoral:




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