OLLERO DE LANDÁBURU, G. Breve historia de la vida cotidiana en la
Grecia clásica. Costumbres, cultura, tradiciones. Madrid: Nowtilus, 2019.
Este nuevo título de la
colección Breve Historia nos acerca a
la vida cotidiana, las creencias, la cultura y tradiciones, la educación, la
organización social, el ocio, los enfrentamientos y la organización política y
social de la Grecia clásica cuna de la civilización occidental. Un ensayo más
centrado en la vida común de los habitantes que en la de los grandes
estrategas, filósofos o literatos. Una amena síntesis que solamente podía ser
obra de un experto en el tema.
Escribir un ensayo sobre la
vida cotidiana en la Grecia clásica es una tarea compleja debido a la muy
fragmentada realidad política griega. Las distintas polis en torno a las que se
configura el espacio griego, presentan gran diversidad en sus formas de
vida, costumbres, sistemas políticos,
ritos, formas de entender la religión… A pesar de los aspectos diferenciadores
no hay que olvidar que tuvieron muchos elementos comunes. Esta realidad hace
que el libro se centre más en la situación de Atenas y, en menor medida, de
Esparta sin olvidar citar peculiaridades de otras polis.
La lectura de esta obra, aparte
de entretener, ayuda a comprender la vida de los antiguos griegos, desde su
nacimiento hasta su muerte, tanto en el ámbito privado como en su participación
en la vida pública dependiendo de su situación social.
¿Qué vamos a aprender con la
lectura de este libro? Su contenido se estructura en diez capítulos, cada uno
de los cuales lleva el nombre de un dios relacionado con el tema a tratar.
Comienza con el dedicado a Cronos, dios del
tiempo, en el que hace un breve relato de los principales acontecimientos de
las polis griegas desde la sublevación de los jonios contra el dominio persa (499
a. C.) hasta la muerte de Filipo de Macedonia (336 a. C.): Guerras Médicas,
rivalidad Atenas-Esparta, alianzas de polis, enfrentamientos terrestres y
navales… Lo ilustra con varios mapas.
Sigue el capítulo dedicado a Zeus, dios de dioses, en el que analiza la organización de las antiguas polis, los amplios derechos de los hombres que ostentan la ciudadanía, la situación de dependencia política y jurídica de las mujeres, la posición social de los no ciudadanos y esclavos.
Sigue el capítulo dedicado a Zeus, dios de dioses, en el que analiza la organización de las antiguas polis, los amplios derechos de los hombres que ostentan la ciudadanía, la situación de dependencia política y jurídica de las mujeres, la posición social de los no ciudadanos y esclavos.
Estela del zapatero Jantipo. Imagen en la obra. |
Deméter, diosa
de la agricultura, da título a un capítulo que se ocupa de la agricultura
(condiciones físicas y climáticas que la condicionan, propiedad de la tierra,
trabajo en el campo, aperos, cultivos más importantes…), ganadería (actividad
secundaria), artesanía (variedad de oficios, cómo eran los taller, la cerámica,
el textil…), minería, metalurgia (gran producción de armas debido a la multitud
de conflictos), comercio interior y exterior.
Atenea, diosa
de la inteligencia y sabiduría, preside el capítulo cuarto que trata de la
educación: método de aprendizaje, las escuelas públicas y gimnasios, materias, diferente
educación para hombres y mujeres… Destaca las enormes diferencias de la
educación en Atenas y Esparta (ésta más orientada hacia la formación para la
vida militar).
Escena familiar en el gineceo. Imagen en la obra. |
El capítulo cinco, titulado Hestia (diosa del hogar), trata sobre los hogares
(cómo eran las casas, la decoración de las estancias, el mobiliario, el
menaje…) y la ciudad (plano, calles de tierra apisonada y sucias, el ágora como
centro urbano, la acrópolis, los barrios de artesanos…) Trata también de los
establecimientos comerciales, la venta ambulante y el sistema monetario.
Carrera de caballos. Imgen en la obra. |
Dionisio (dios del teatro, de las fiestas, del vino…) da título al capítulo que trata del ocio. Se hace un repaso a los festivales como acontecimientos mezcla de fiesta pública y expresión religiosa, al teatro pasatiempo favorito de los griegos que surgió muy relacionado con las fiestas de Dionisio y que se desarrolló con un claro matiz educativo para fomentar la conciencias ciudadana y a las competiciones físicas que evolucionan desde un propósito de preparar a los hombres para la guerra hasta un fin lúdico. Describe con más detalle dos grandes eventos competitivos: los juegos de las Panateneas y los Juegos Olímpicos. Las mujeres no podían participar ni asistir como espectadores a los Juegos Olímpico, tenían sus propios juegos: Heraia.
Madre e hijo tras el parto. Imagen en la obra. |
A Hera, diosa protectora del matrimonio, y Hades, dios de los muertos, se dedica el capítulo que trata de los nacimientos (el cuidado de las embarazadas, el parto, las ceremonias de purificación de la madre y de aceptación del bebé en la familia…), la sexualidad (con la homosexualidad aceptada con naturalidad), la prostitución, el matrimonio (la dote, la ceremonia, el divorcio, el adulterio…) y la muerte (el funeral, el ajuar funerario, el banquete fúnebre, tumbas y cementerios…)
El polifacético dios Apolo preside el capítulo ocho que trata de la importancia de la religión en la vida de los ciudadanos griegos. Explica la importancia de los santuarios destacando el de Delfos, construido según la mitología en el centro del mundo, sede del oráculo más famoso de toda Grecia (explica cuándo y cómo se podía consultar, las respuestas ininteligibles de la Pitia interpretadas por los sacerdotes del santuario…).
Médico tratando a un paciente. Imagen en la obra. |
No se olvida de otros santuarios como el Olimpia consagrado a Zeus, el de Apolo de Delos, el de Asclepio en Epidauro, el de Dododna… Cierran este capítulo unas líneas dedicadas a los misterios (los más importantes los de Eleusis) y a la transformación de la medicina en una ciencia gracias a Hipócrates.
Temis, que representa la justicia y el orden, da título al capítulo que trata sobre la legislación, la constitución de tribunales y jurados con su peculiar sistema de votación) y los delitos y penas. Hace mención especial de uno de los juicios más famosos de la antigüedad, el de Sócrates.
Restos de Kleroterion, artilugio para elegir a los miembros del jurado. Imagen en la obra. |
Acaba la obra con el capítulo
dedicado a Ares, dios de la guerra. Señala el
autor que no va a tratar de los conflictos, los generales, las tácticas, etc.,
sino cómo afectaba la guerra (algo muy frecuente) a los ciudadanos griegos.
Trata del reclutamiento (la disponibilidad para el servicio militar duraba
hasta los sesenta años), del ejército de tierra en el que el hoplita era el
principal protagonista, los enfrentamientos en el mar en los que destacaba el
papel de la trirreme y los efectos de la guerra (muertos, prisioneros muchas veces vendidos como
esclavos, destrucción de ciudades y cosechas, saqueos…)
Completan la obra tres anexos.
El primero recoge una lista de curiosidades (¿sabías que…), el segundo una
breve descripción de las características de los principales dioses griegos y en
el tercero se informa de la procedencia de las 70 imágenes que se insertan en
el texto.
La obra en la Web de la
Editorial:
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