La tarde del 9 de abril de 1917, un tren esperaba su salida de la estación de Zúrich en dirección a la frontera alemana. A bordo viajaban Vladimir Ilyich Ulyanov, más conocido como Lenin, y otros 31 revolucionarios. Su destino final: Rusia.
Después de más de una década en el exilio, solo ocho días separaban a Lenin de su entrada triunfal en la escena de la revolución rusa con un papel -el del líder revolucionario- para el que llevaba casi toda la vida preparándose.
Su llegada a Petrogrado, como se conocía en aquella época a San Petersburgo, supondría un punto de inflexión en la historia del siglo XX.
Pero antes de apearse en la Estación Finlandia de la ciudad rusa, el dirigente bolchevique tenía por delante un largo viaje a través de una Europa en plena I Guerra Mundial.
Un trayecto que, según los historiadores, cambió la estrategia de la revolución: el socialismo pasó de ser un objetivo a medio plazo a una acción inminente.
El nuevo plan quedó plasmado en las famosas Tesis de Abril, que Lenin hizo públicas apenas unos días después de su llegada a Rusia........
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