Una primera consecuencia de la Revolución de 1905 fue la creación de los soviets. Soviet significa "consejo". Fueron organizaciones o asambleas que agrupaban a delegados de obreros, campesinos o soldados. El primero fue el de San Petesburgo (1 de octubre de 1903) cuyo promotor fue L. Trotski. A través de su órgano de expresión, "Izvestia", pedía libertad de prensa y de asociación, jornada laboral de ocho horas, control de los impuestos, los transportes y las comunicaciones... Este soviet obrero se convirtió en una forma de poder revolucionario. En octubre promovió una huelga general que se extendió por varias ciudades dejando al país paralizado.
Los soviets fueron extendiéndose por todas las ciudades del país y también en las unidades militares y en el campo.
En este ambiente, el Zar, para no verse desbordado, publicó el Manifiesto de Octubre que en realidad fue redactado por el ministro Witte (otra consecuencia inmediata de la Revolución de 1905). Tras comenzar reafirmando la soberanía del Zar, reconocía algunas libertades cívicas (prensa, reunión...), ampliaba la ley electoral y concedía poderes legislativos a una Duma elegida por métodos indirectos censitarios (sin consentimiento de esta Duma no se modificarían las leyes fundamentales). Además, se concedió una amplia amnistía y se cancelaron muchos de los pagos que los campesinos tenían pendientes desde 1861 (liberalización de los siervos) con lo que se convirtieron en propietarios legales de las tierras que cultivaban.
Se promovió la creación de un "Partido Octubrista" que aceptase los compromisos del Manifiesto.
MANIFIESTO DE OCTUBRE “DECRETO IMPERIAL DE 30 DE OCTUBRE DE 1905".
“La agitación, en las capitales y en numerosas regiones de nuestro Imperio, llenan nuestro corazón de una gran pesada pena. El bienestar del soberano ruso es inseparable del bienestar de sus pueblos, y el dolor de éstos es su dolor. El gran voto del juramento imperial Nos ordena esforzarnos con toda la potencia de Nuestra razón, con toda la fuerza de Nuestra autoridad, para poner fin lo más pronto posible a esta agitación tan peligrosa para el Estado (...). Nos, imponemos al gobierno la obligación de ejecutar Nuestra voluntad inflexi-ble:
1º Conceder a la población la libertad civil, establecida de una manera inquebrantable sobre la base de la inviolabilidad personal, y las libertades de conciencia, de reunión y de asociación.
2ª No obstaculizar las elecciones a la Duma Imperial y admitir la participación en las elecciones de las clases de población que han sido privadas hasta ahora del derecho de voto.
3º Establecer una regla inquebrantable que cualquier ley no será efectiva sin la sanción de la Duma Imperial y que los representantes del pueblo tendrán los medios para participar realmente en el control de la legalidad de los actos realizados por los miembros de Nuestra administración.”
http://www.megustaleer.com/libro/la-revolucion-rusa/ES0144261/fragmento/ |
El Manifiesto fue muy bien recibido por la población; sin embargo, los propósitos de Zar eran otros, pretendía dividir a la oposición, lo que, en cierto modo, consiguió:
- Los Demócratas Constitucionales (Kadetes) prefirieron aguardar a la reunión de la Duma, aunque desconfiaban de ella, veían una posibilidad de solucionar en ella sus problemas. Dejaron de apoyar a los huelguistas. Muchos estaban asustados por el clima revolucionario. Industriales y terratenientes querían el restablecimiento del orden.
- Obreros y campesinos no se dieron por satisfechos, los primeros querían más salario y reducción de la jornada y los segundos acceso a la propiedad de la tierra en una mayor proporción.
La mano manchada de sangre del Zar sobre el texto del Manifiesto de Octubre |
Para Trotski: "Se nos da a Witte, pero Trepor permanece, se nos da una constitución, pero el absolutismo permanece. Se nos da todo, en realidad no se nos da nada".
Lenin criticó duramente el Manifiesto y pidió un boicot a las elecciones. "El 17 de Octubre no ha abierto la perspectiva de una pacífica constitución (esta es una patraña liberal), sino de una guerra civil".
Sin embargo, tras la publicación del Manifiesto, un cierto "aire de libertad" recorrió el País. Los Soviets aprovecharon la ocasión para perfeccionar su red organizativa. Los partidos comenzaron a desenvolverse libremente, incluso los Bolcheviques vieron legalizado su diario y Lenin pudo volver a Rusia.
Pronto se vio claramente que el Manifiesto era un fraude, el gobierno pretendía ganar tiempo. Cuando llegó el ejército de Extremo Oriente comenzó una feroz represión.
El ambiente de los dos últimos meses de 1905 era claramente revolucionario. La revolución llegó a muchos lugares y a los soldados:
- El 8 de noviembre, estalló un motín en la base de Kronstadt. Fue sofocado y se condenó a muerte a los que se consideró "cabecillas" de la misma. La presión de los Soviets hizo que fueran indultados.
- Hubo un conato de sublevación en Sebastopol entre la tropa del mar Negro.
- En Moscú, se alzó el Regimiento Rostov, que finalmente fue desarmado.
El miedo a la revolución alentó fuerte reacción derechista. La policía (Okrana) permitía la acción de las "Centurias Negras" que desataban el terror entre los líderes obreros, estudiantes, campesinos, patriotas polacos o finlandeses, judíos, etc. Incluso algunos miembros del Partido Octubrista querían volver a la autocracia. El Gobierno se sumó a esta reacción: represión de las huelgas, detenciones de obreros, cierre de periódicos...
El 5 de diciembre, Moscú llenó de barricadas. La lucha urbana duró hasta el 18 de diciembre. La siguiente represión fue dura: muchos fusilados y otros muchos desterrados. El ministro Witte organizó una represión que incluso asustó al propio Zar, fue acabando con los focos revolucionarios obreros y mineros del Donnets, cuarteles de S. Petesburgo, Kiev y Moscú. Muchos dirigentes fueron desterrados. Lenin partió nuevamente para el exilio. La revolución había acabado.
El 5 de diciembre, Moscú llenó de barricadas. La lucha urbana duró hasta el 18 de diciembre. La siguiente represión fue dura: muchos fusilados y otros muchos desterrados. El ministro Witte organizó una represión que incluso asustó al propio Zar, fue acabando con los focos revolucionarios obreros y mineros del Donnets, cuarteles de S. Petesburgo, Kiev y Moscú. Muchos dirigentes fueron desterrados. Lenin partió nuevamente para el exilio. La revolución había acabado.
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Haciendo una valoración de la revolución de 1905, Carr señala que fue:
- Revuelta liberal y constitucionalista Burguesa.
- Revuelta obrera que llevó a la fundación del primer soviet.
- Revuelta campesina espontanea.
“Estos tres cabos nunca llegaron a entrelazarse y la revolución fue fácilmente dominada con el coste de algunas concesiones constitucionales, en buena medida irreales” (CARR)
Los Bolcheviques, tras 1905, se replantearon los métodos revolucionarios, reflexionaron sobre la retirada de la burguesía de la revolución una vez conseguidos sus objetivos, sobre la actitud del ejército, sobre la pasividad del campesinado y sobre la desorganización de los obreros. Estas reflexiones iban a servir para su actuación en 1917.
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