La Revolución Francesa había trastocado todas las estructuras claves del Antiguo Régimen. Napoleón, a la vez que intentó consolidar los principios de la Revolución, inició una política agresiva en Europa que, a la postre, iba a ser la causa de su caída. Muchos interpretaron la caída de Napoleón como la caída del proceso revolucionario.
Se conoce como Restauración al régimen establecido en Francia tras la caída de Napoleón; por extensión se aplica este nombre a lo que acontece en Europa desde 1815 hasta el triunfo definitivo de las Revoluciones Burguesas en 1848. Abarca todos los aspectos de la vida política y social.
La Restauración trató de volver al absolutismo anterior a la Revolución Francesa. La Revolución y el período napoleónico fueron considerados como un paréntesis en la historia. Sin embargo, las ideas liberales habían calado más hondo que lo que los restauradores querían como quedó de manifiesto en las sucesivas oleadas revolucionarias.
“No sólo piensan haber puesto fin a la aventura revolucionaria e imperial, sino también haber restaurado, con el principio de legitimidad, el respeto de los poderes establecidos, como el sentido de la autoridad y el de jerarquía” (DROZ).
Edit. Santillana |
En el período de la Restauración:
- Se trata de imponer las estructuras políticas anteriores a la revolución francesa. En este sentido es una contrarrevolución.
- Políticamente, se defiende la idea de las monarquías de origen divino, al estilo de los tiempos de Luis XIV, como las únicas legítimas.
- Se atacó duramente la obra de la Enciclopedia como causa intelectual de todos los males revolucionarios. Se combatieron igualmente las teorías racionalistas de los filósofos ilustrados, sustituyendo la idea de un estado racional por las realidades buscadas en el pasado: “historia y tradición”. El tradicionalismo comenzó en Francia como resultado de una reflexión sobre la Revolución (presente ya en la obra de Burke “Reflexiones sobre la Revolución Francesa”). Droz dice que esta “reacción contra las Luces” se inició en las últimas décadas del siglo XVIII.
- Se defendió la necesidad de un equilibrio en el interior de los Estados y entre las grandes potencias, esta fue una de las ideas fundamentales del denominado "sistema Metternich".
- Se acordó la responsabilidad de las potencias de mantener el orden establecido y evitar revoluciones, interviniendo, si era preciso, en los lugares que hubiera brotes revolucionarios.
- Funcionó un sistema periódico de congresos para debatir los problemas y acordar las soluciones pertinentes (por ejemplo, la intervención)
"Ningún gobierno puede atribuirse el derecho a intervenir en los asuntos legislativos y
administrativos de otro Estrato independiente. El derecho de intervención bien entendido
se extiende únicamente a los casos extremos, en los cuales, a causa de revoluciones violentas,
el orden público se halla tan quebrantado que el gobierno de un Estado pierde la
fuerza para mantener los tratados que lo unen con los Estados. Y en su propia existencia
por los movimientos y los desórdenes que son inseparables de tales desordenes. En este
estado de cosas el derecho de intervención corresponde de forma tan clara e indudable a
todo gobierno expuesto a los peligros de ser arrastrado por el torrente revolucionario,
como a un particular le corresponde el derecho a extinguir el fuego de una casa próxima
para impedir que alcance a la suya".
Justificación del derecho de intervención por Metternich. Viena, año 1815.
- Ideológicamente, se coincidió en parte con el Romanticismo, se propone como una vuelta al pasado medieval y se pone de manifiesto que el espíritu de las naciones se ha ido haciendo a través de la historia...
- Se dio también una restauración religiosa. Se produce una asociación del Trono y el Altar, la religión legitima a la autoridad y contribuye a dotarla de un carácter absoluto y divino. Esto se materializa, por ejemplo, en la firma de varios concordatos o el restablecimiento de la Compañía de Jesús por Pío VII. En este contexto, Chateubriand escribió “El genio del Cristianismo”.
"¿Lograron las clases dirigentes alcanzar sus objetivos? Contaban con el cansancio de los espíritus, pero también con la sumisión de las masas rurales y con la estrechez de la vida urbana e industrial. Pero precisamente será frente a la evolución de la vida económica donde se estrellará la filosofía de la Restauración. A las fuerzas del orden van a oponerse las fuerzas del movimiento. El desarrollo de la industria, que avanza desde Inglaterra, hacia el continente, va a romper los marcos de la sociedad del Ancien Regime y lograr que la burguesía se constituya en el principal elemento de la nueva sociedad política. Ahora bien, esta burguesía, a la que la Rrvolución Francesa aseguró su emancipación, está estrechamente ligada al liberalismo, en el cual ve la garantía de su influencia en el Estado. Los apoyos de la Restauración se verán obligados a doblegarse, con mejor o peor voluntad, ante las fuerzas morales surgidas de la revolución industrial" J. DROZ: "Europa: restauración y revolución" Siglo XXI, pág. 12
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