martes, 8 de enero de 2019

II GUERRA MUNDIAL. OPERACIÓN BARBARROJA (I): PLANTEAMIENTO, OBJETIVOS E INICIO


A pesar de la firma del Pacto Germano Soviético (tratado en otra entrada de este Blog), Hitler nunca había renunciado a su intención de expandirse por el Este y de invadir la URSS.


A finales de julio de 1940, Hitler había decidido firmemente invadir la Unión Soviética. Molotov visitó Berlín en de noviembre de 1940, durante su visita aceptó las zonas de influencia que le propuso Hitler en el Golfo Pérsico e Irán. A pesar de las apariencias, Molotov regresó a su país convencido de que la ruptura era inminente. Mientras avanzaban los preparativos de la invasión (la directiva número 21 de Hitler de 16 de diciembre de 1940 especificaba cómo se llevaría adelante la invasión), las relaciones entre Alemania y la URSS seguían manteniéndose, por ejemplo, el 10 enero de 1941, firmaron un un nuevo tratado sobre cuestiones fronterizas y económicas.




El Plan Barbarroja (denominado así en honor de la figura mítica del emperador germano Federico I Barbarroja, s. XII) para invadir la URSS fue presentado por Hitler a sus generales en marzo de 1941, lo calificó como una campaña diferente, como "un choque de dos ideologías... el comunismo es un peligro enorme para nuestro futuro... ésta es una guerra de exterminio".  Las directrices para la guerra, fechadas el 13 de mayo de 1941, ordenaba el fusilamiento de los comisarios del Ejército Rojo sin tener en cuenta lo dispuesto en los acuerdos internacionales sobre prisioneros de guerra.

En la última conferencia con generales antes de la invasión celebrada en la Cancillería del Reich (14 de junio), ninguno de los presentes se quejó de que se abriese una peligrosa guerra en dos frentes. Tal vez pensaban que oponerse a Hitler pondría en peligro sus carreras.

Con esta acción bélica Hitler pretendía:
Cartel alemán presentando a la
alianza de Gran Bretaña y la URSS
 como un complot judío
  • Acabar con el régimen bolchevique. 
  • Controlar y explotar riquezas de la URSS: alimentos, materias primas, petróleo de Bakú... Ya en Mein Kampf, Hitler sostenía que Alemania nadaría en la abundancia si controlaba el granero ucraniano, las materias primas de los Urales y la madera siberiana. Era la puesta en práctica de la teoría nazi del espacio vital. 
  • Obtener mano de obra esclava procedente en gran parte de prisioneros de guerra.
  • Obligar a los ingleses a negociar la paz ya que se quedarían solos una vez vencida la URSS.
  • ¿Pensaba Hitler construir un imperio continental desde el Atlántico a los Urales?
Hitler pensaba que la empresa sería fácil, pues la resistencia rusa se quebraría cuando los soldados alemanes cruzasen la frontera. "No hay más que derribar la puerta a patadas y toda la podrida estructura se vendrá abajo". Hitler pensaba que en tres meses sus tropas estarían desfilando triunfalmente por las calles de Moscú. Esta confianza ciega iba avolverse en su contra e iba a propiciar errores como en el de no aprovisionar a sus tropas con ropa adecuada para el invierno ruso. La verdad es que el armamento del ejército ruso estaba un tanto obsoleto y muchos de sus mejores generales había sido víctimas de las purgas de Stalin. Pero...
"Al atacar a Rusia, el ejército alemán puede compararse adecuadamente a un elefante que atacase a un ejército de hormigas. El elefante matará millares de hormigas, acaso millones; mas, por último, la superioridad numérica le vencerá, y las hormigas le devorarán hasta no dejar de él más que los huesos." Coronel Berndt von Kleist, 1941, citado en L. L. Snyder: La Guerra (1939-1945).


Para llevar adelante el Plan Barbarroja, Hitler pensaba que lo ideal serían dos líneas de avance: por el norte hacía Leningrado (enlace con Finlandia) y por el sur hacia Ucrania y Bajo Dnieper (zona de gran importancia económica y agrícola). El Alto Estado Mayor prefería atacar sobre Moscú. Finalmente, se aprobó un plan en el que actuarían tres ejércitos simultáneamente:
  • Norte. Debía ocupar los Estados Bálticos y marchar sobre Leningrado mientras las tropas alemanas de Noruega atacaban el Ártico ruso y los finlandeses Carelia. El ejército del Norte estaría el mando de Von Leeb. 
  • Centro. Este ejécito, al mando de Von Bock, tenía como objetivo conquistar Moscú. 
  • Sur. Bajo las ordenes de Von Runstedt, estas tropas debían ocupar las fértilas llanuras de Ucrania y marchar hacia Stalingrado con el objetivo de controlar los pozos petrolíferos del Cáucaso.
Junto a las tropas alemanas participarían soldados rumanos, húngaros, eslovacos, italianos y finlandeses; más tarde se unieron voluntarios de otros países, entre ellos españoles.
http://www.novilis.es/70%C2%BA-aniversario-de-la-operacion-barbarroja/

Hitler había previsto el ataque para mayo, pero, debido a las condiciones climatológicas (retraso del deshielo) y a la necesidad de reagrupar las tropas que habían intervenido en Grecia y los Balcanes, lo tuvo que retrasar. El ejército alemán no entró en Rusia hasta el 22 de junio de 1941 (a las 3,15 horas), antes tuvo que hacer unas operaciones en los Balcanes: concretar un pacto con Hungría, Rumanía y Bulgaria y conquistar Yugoslavia, Grecia y Creta (acciones tratadas en entradas anteriores en este Blog: Yugoslavia, Grecia, Creta). Algunos generales advirtieron a  Hitler de que era demasiado tarde, acechaba el crudo invierno ruso. Estaba presente el resultado de la invasión de Napoleón que comenzó de ataque el 24 de junio, dos días después de que lo hiciera Hitler. Se debiera haber prestado más atención a la debacle de la Gran Armée.

Hitler lanzó sus ejércitos (más de tres millones y medio de efectivos) contra la URSS en un frente de 3.000 Km. El ataque se inició sin una declaración de guerra previa y atacó en las tres direcciones previstas: Leningrado, Moscú y Stalingrado.
 
Stalin, haciendo gala de gran tozudez, no quiso hacer caso a varios informes previos (no menos de 80 avisos) que señalaban la inminencia de un ataque alemán y, por ello, se negó a poner sus tropas en estado de alerta máxima. Algunos autores señalan que el Plan Barbarroja fue el secreto peor guardado de la II Guerra Mundial. Stalin pensaba que Hitler no atacaría en dos frentes, incluso pensaba que Churchill, que le hizo llegar un informe sobre la concentración de tropas alemanas en la frontera rusa, solo hacía presentar la amenaza alemana con el fin de provocar un choque que aliviase la presión sobre Gran Bretaña. Es más, todos los meses (en cumplimiento del pacto Germano-Soviético) la URSS enviaba alimentos y petróleo a Alemania; incluso lo hizo la noche del 21 de junio (pocas horas antes de la invasión). Stalin también se equivocó al pensar por dónde atacarían los alemanes.

La incapacidad de Stalin para hacer frente a la invasión quedó patente en su reacción de incredulidad cuando comenzó la operación, no llegaba a creer la declaración de guerra por parte de Alemania. Stalin sufrió un colapso, tardó unos días dirigirse al pueblo ruso  a través de la radio (no lo hizo hasta el 3 de julio), para entonces los alemanes se habían adentrado varios Kms. en territorio ruso y habían obtenido sonoros éxitos como la captura de 290.000 soldados rusos y abundante material en la bolsa de Minks (29 de junio).

El Gobierno soviético lanzó duras amenazas contra los soldados que se rindiesen a los alemanes. En este sentido es famosa la orden 227 de Stalin (28 de julio de 1941) “Ni un paso atrás” que establecía que todo aquel que se rindiera al enemigo podía ser tratado como un traidor y se podrían tomar represalias incluso contra su familia, se debía disparar a los que huyesen y a los cobardes. Cumpliendo esta orden varios generales fueron condenados a muerte.

(...)  ¡Ni un paso atrás! Éste debe ser ahora nuestro eslogan desde ahora.Debemos de defender cada punto, cada metro de tierra soviética obstinadamente, hasta la última gota de sangre, aferrarnos a cada pedazo de tierra y defenderlo tanto tiempo como sea posible. Nuestra Madre Patria está pasando por tiempos difíciles. Debemos detener, hacer retroceder y destruir al enemigo a cualquier precio. Los alemanes no son tan fuertes como los propaladores del pánico dicen. Ellos están empleando sus fuerzas al límite. Resistir su empuje ahora significa asegurar la victoria en el futuro.
 ¿Podemos aguantar y hacer retroceder al enemigo al Oeste? Sí, podemos porque nuestras plantas y fábricas en la retaguardia están trabajando a la perfección y proporcionando a nuestro ejército cada vez más tanques, aviones, artillería y morteros.
¿Qué nos falta entonces? Nos falta orden y disciplina en las compañías, regimientos y divisiones, en las unidades de tanque, en los escuadrones de la Fuerza Aérea. Ésta es nuestra mayor desventaja. Ahora tenemos que introducir el orden y la disciplina más estricta en nuestro ejército si queremos salvar la situación y defender nuestra Patria.
Ya no podemos tolerar a comandantes, comisarios y oficiales políticos cuyas unidades abandonan las defensas. Ya no podemos tolerar el hecho que los comandantes, comisarios y oficiales políticos permiten a los cobardes huir del campo de batalla propagando el pánico y abriendo paso al enemigo. Los propaladores del pánico y los cobardes serán exterminados en el sitio.
Desde ahora la férrea ley para cada oficial, soldado y oficial político debe ser "Ni un paso atrás" sin ordenes superiores. Los jefes de las compañías, los batallones, regimientos y divisiones, así como los comisarios y oficiales políticos que se retiren sin órdenes superiores serán considerados traidores a Patria y como tales serán tratados. Esto es lo que pide la Patria.
 El cumplimiento de esta orden es defender nuestro país, salvar nuestra Madre Patria, destruir y vencer al enemigo odiado.... 
Fragmento de la Orden 227


En  próximas entradas me ocuparé de cada una de las tres líneas de avance y de las razones por las que el Plan Barbarroja no alcanzó sus objetivos.


2 comentarios:

Viking dijo...

Muy interesante tu artículo, llevo ya un buen rato viendo tu magnífico blog, parece un enorme libro abierto, te felicito por tu gran trabajo.
Saludos

Pedro Oña dijo...

Muchas gracias por el amable comentario

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