AVIAL CHICHARRO, L.: “Breve historia de la mitología de Roma y Etruria”. Editorial
Nowtilus. Madrid, 2018.
La práctica totalidad de los pueblos de la Antigüedad atesora
en su acervo cultural una serie de mitos y leyendas que, protagonizados por
dioses o héroes legendarios o semilegendarios, narran actuaciones y hechos extraordinarios que ayudan a explicar acontecimientos
importantes de su historia como sus orígenes, las bases de sus creencias
religiosas, el sentido de sus ritos sagrados, las prácticas funerarias, etc.
También contribuyen a ensalzar algunas virtudes cívicas que los ciudadanos
debieran emular. En esta obra, Lucia Avial recopila los principales mitos y
leyendas etruscas y romanas y las
diversas versiones que de ellas han quedado. Aparte de la bibliografía, sus
principales fuentes de información son una serie de autores clásicos que
detalla en las primeras páginas del libro. El resultado es una rigurosa antología
de los mitos y leyendas de Etruria, Roma hasta el final de la República y
algunos otros pueblos itálicos.
Los dos primeros capítulos están dedicados a la religión. Una
dificultad para estudiar la religión etrusca primitiva es
la falta de documentación escrita por lo que es necesario acudir a otras
fuentes como las representaciones artísticas. Lucía Avial analiza algunos
aspectos de la religiosidad del pueblo etrusco como la literatura sagrada, el
destacado papel de augures y arúspices (muchas de sus prácticas rituales
acabaron pasando al mundo romano), los ritos funerarios determinados por las
creencias para después de la muerte o el panteón etrusco que tuvo fuerte
influencia en el romano. En sus orígenes, la religión
romana era más bien una devoción privada que rendía culto a los lares,
manes, penates y genios portadores del linaje familiar. El pater familias era
el sumo sacerdote del culto doméstico, el encargado de realizar los ritos. Los
romanos eran proclives a adoptar divinidades extranjeras siempre que no entrasen
en contradicción con la moral y costumbres de los antepasados. No se olvida la
obra de la génesis de los templos sustitutos de los altares en memoria de los
dioses ni de describir los principales dioses del panteón romano.
Dedica un capítulo a la helenización
de las religiones etrusca y romana que supuso una fuerte transformación
de ambas. Adoptaron los dioses griegos (asimilando algunos a dioses autóctonos),
las formas de su representación y muchos de sus atributos, la mitología griega,
las formas artísticas… Muchos dioses originarios cambiaron de forma y
personalidad. En definitiva un fuerte impacto transformador.
En el capítulo cuatro, Lucía Avial acomete una tarea difícil debido
a la escasez de información: hacer un breve repaso a las creencias religiosas y mitos de los pueblos itálicos.
Tarea difícil: sabinos (que asimilaron rápidamente la cultura romana), latinos
(existen versiones muy diferentes sobre sus orígenes relacionados con la
llegada de Eneas desde Troya), sículos, sicanos, élimos, mamertinos, samnitas y
faliscos. Muchos de sus mitos tenían origen griego.
Dedica dos capítulos a los mitos etruscos. El primero trata
del panteón y mitos locales etruscos señalando
las peculiaridades de la mitología etrusca y los elementos de precedencia griega. Dos
temas ocupan casi todo el capítulo: el panteón etrusco (dioses con sus
atributos, características y representación) y el mundo de ultratumba
(creencias sobre la muerte, honras fúnebres, el viaje al más allá, tumbas y su
decoración, urnas funerarias…). En el segundo (capítulo seis) recoge las leyendas griegas en Etruria, algunas poco conocidas.
La más importante relacionada con la Guerra de Troya cuyas escenas se
representan repetidamente, especialmente el Juicio de París y todo lo
relacionado con el héroe Aquiles. También son muy representadas las
relacionadas con Edipo, Hércules (uno de los personajes mitológicos más
populares en Etruria), Teseo y Ariadna, Dédalo y otros héroes menores.
Los dos últimos capítulos están dedicados a los mitos
romanos. El primero trata ampliamente sobre los
orígenes y fundación de Roma. Tras señalar algunos antecedentes (Saturno
y la edad de oro del Lacio, Evandro, la leyenda de Hércules y Caco, la llegada
de Eneas a suelo itálico y su descendencia) se centra en la fundación de la
ciudad por Rómulo. Analiza varias versiones, aparte de la clásica, sobre la
fundación de la Ciudad, algunos episodios destacados (como el rapto de las
sabinas) y sobre las principales actuaciones de Rómulo hasta su muerte. El
segundo capítulo de mitos romanos se centra en hechos de la primitiva Roma, su
etapa monárquica: los tres primeros reyes (Numa Pompilio, Tulo Hostilio y Anco
Marcio) en cuya historia se mezcla lo
mítico y lo real. Seguidamente se ocupa de los reyes etruscos: Lucio Tarquinio
Prisco (primer urbanizador de Roma y reformados de las principales instituciones),
Servio Tulio (organizador de la sociedad romana) y Tarquinio el Soberbio
(despótico monarca que logró imponer la hegemonía romana a los latinos). Dedica
las últimas líneas del libro al fin de la monarquía, el episodio de Lucrecia,
Lars Porsena y su enfrentamiento con Roma, la intervención salvadora de Cástor
y Pólux y los últimos héroes de la Roma monárquica.
Completan la obra una cronología del mundo etrusco y romano,
un anexo con un listado de dioses y algunas de sus principales características,
una amplia bibliografía y un buen número
de ilustraciones.
La obra en la Web de la editorial (sobre la autora, sinopsis,
argumentos de venta, comenzar a leer):
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