ROMERO GARCÍA, E.: “Breve historia de la Guerra Fría”. Ed.
Nowtilus. Madrid, 2018.
Cuando
estaba finalizando la II Guerra Mundial y el nazismo estaba prácticamente derrotado
fue apareciendo una desconfianza entre los Aliados que, poco despues, acabó en ruptura hasta configurar un mundo bipolar de dos bloques: el capitalista
liderado por los Estados Unidos y el Comunista por la URSS. Las relaciones
internacionales entraron en una etapa conocida como Guerra Fría: “Guerra que no es guerra y paz que no es paz”. Un largo
período de conflictos, sin llegar a un enfrentamiento generalizado (“riesgos calculados” ante la capacidad
destructiva del armamento nuclear), alternados con épocas de una cierta
distensión. Fue una confrontación de dos modelos de características ideológicas, políticas y económicas muy
distintas, opuestas. Para sostener este pulso, las potencias iniciaron una
carrera de armamentos de tal magnitud (bomba atómica, bomba de hidrógeno, diverso tipo de misiles,
armamento clásico…) que exigió un gasto tan elevado que, a la larga, se hizo
insoportable para la URSS. En esta carrera de armamentos, los avances
tecnológicos fueron muy importantes. Espionaje (el episodio más mediático fue
la acusación y ejecución, en Estados Unidos, sin pruebas muy sólidas, del
matrimonio Rosenberg), agentes dobles, chantajes, propaganda dirigida tanto a
los propios habitantes como a los de los países contrarios, momentos de histeria
(como la caza de brujas del senador McCarthy), depuraciones frecuentes en la URSS
y sus satélites… fueron algo común durante la Guerra Fría.
La
presente monografía hace una síntesis de la historia del juego de las potencias
y sus aliados durante la segunda mitad del s. XX, explica los conflictos con
sus momentos de alta tensión y sus consecuencias, los períodos de distensión y
negociación, las alianzas, la descolonización, el papel de los líderes políticos a veces
determinante del rumbo de los acontecimientos, etc. El profesor Eladio Romero
tiene el gran mérito de presentar, desde una perspectiva mundial, tantos
acontecimientos perfectamente ordenados y relacionados. Una obra rigurosa y
actualizada cuya lectura ayuda a comprender las raíces de muchos de los
acontecimientos de la actualidad.
Una
breve síntesis. En primer lugar, el autor se ocupa de algunas cuestiones
previas. Por ejemplo del concepto de Guerra Fría que
ya lo empleó G. Orwell en un ensayo de 1945 y que popularizó el columnista W. Lipmann en 1947 en varios
artículos de prensa. Aunque tal vez el primero que definió claramente la
división del mundo fue W. Churchill en 1946, en un discurso en la Universidad
de Fulton: “Desde Stettin, en el Báltico,
a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente un telón de acero”.
Había acuñado una expresión destinada a hacer fortuna: “telón de acero”. Y de otra cuestión, sus
límites temporales. ¿Cuándo comenzó la Guerra Fría? La división comenzó
a percibirse claramente desde el año 1946. Muchos consideran a 1947 el año de
la ruptura: doctrina Truman, creación de la CIA, Plan Marshall (en el bloque
capitalista) y el informe Jdánov (confirmando la división del mundo en dos
bloques) y la creación del Kominform (en el bloque comunista). Para señalar su final
hay más discrepancias: la firma del acta final de la Conferencia para la Seguridad
y Coperación de Helsinki (1975), la caída del Muro de Berlín (noviembre de
1989), la reunificación alemana, la descomposición de la URSS (1991)… Bien es
verdad que, como se explica en los capítulos 2 y 3, las desconfianzas entre las
potencias capitalistas y la URSS comenzaron nada más triunfar el gobierno bolchevique
en la Revolución Rusa, más tarde se produjo un acercamiento entre Estados
Unidos y la URSS ante las reivindicaciones y acciones expansivas de Hitler tras
su subida al poder y el avance japonés en Manchuria.
Es
práctica común entre los historiadores dividir el período de la Guerra Fría en
etapas, atendiendo a su virulencia o a épocas de distensión. El profesor Eladio
Romero distingue cinco, indicando que no todo en ellas es uniformidad; a cada
una de estas etapas dedica un capítulo del libro (del 4 al 8).
El
capítulo 4 está dedicado a los inicios de la tensión
(1945-47), incipiente en los últimos momentos de la Guerra Mundial
(algunos autores ven en Yalta el inicio de la Guerra Fría) y manifiesta desde
1946. A principios de este año, G. F. Kenan, en su famoso “telegrama largo”,
denunciaba ante la administración norteamericana la quiebra del espíritu de
Yalta y la peligrosa política expansionista de la URSS. Este telegrama fue la
base para la Doctrina Truman, formulada en marzo de 1947, que defendía el apoyo
a los países amenazados por la expansión del comunismo. Los primeros
desencuentros serios tuvieron lugar en Irán y en Grecia.
La fase más dura de la Guerra Fría (1947-1953) es analizada en el capítulo 5. Desde Estados
Unidos se puso en marcha del Plan Marshall, uno de sus objetivos era evitar que
el comunismo aprovechara la penuria de postguerra en Europa para expandirse. La
respuesta de la URSS no se hizo esperar: impuso un rechazo a las ayudas del
Plan en los países de Europa Oriental bajo su órbita, creó el Kominforn, propició
el golpe de Praga para instaurar en Checoslovaquia un gobierno enteramente
comunista, detonó su primera bomba atómica (agosto de 1949), creó el COMECON
para coordinar y controlar la política económica de las democracias populares,
etc.
Uno
de los episodios más impactantes de este período fue el bloqueo de Berlín
Occidental (1948) por parte soviética y la contundente respuesta norteamericana
(con ayuda inglesa) con la puesta en marcha de un impresionante puente aéreo
para abastecer la ciudad cuya eficacia obligó a Stalin a levantar el bloqueo al
año siguiente. En los últimos momentos del bloqueo y poco después del mismo,
Estados Unidos firmó con sus aliados el pacto militar que dio origen a la OTAN
(abril, 1949) y los Aliados reunificaron sus tres zonas de Alemania dando lugar
a la constitución de la República Federal Alemana. La respuesta soviética sería
la constitución de la República Democrática Alemana y, pocos años más tarde, la
constitución del tratado militar del Pacto de Varsovia (1955).
El
conflicto más importante de esta fase fue la Guerra de Corea durante la que se
pudo llegar a un enfrentamiento más serio si el presidente Truman hubiera
accedido a los deseos de MacArthur de emplear la bomba atómica. El “terror
nuclear” fue determinante para apostar por mantener el conflicto desde de unos
límites localizados. Una guerra que no resolvió la división de la Península de
Corea por el paralelo 38 (es una de las fronteras de la Guerra Fría que aún
perdura.
El
inicio del proceso de descolonización, siguiendo la estela de la India, va a
incidir en la Guerra Fría, las potencias pugnan por atraer a su bando a los
nuevos países. El conflicto colonial más importante tuvo lugar en la colonia
francesa de Indochina.
A la etapa de 1953 a 1964, el autor la denomina “el deshielo y la Guerra Fría de movimientos”.
Tras la muerte de Stalin el nuevo
Secretario General, Kruschev, reorientó la política exterior soviética hacia la
aceptación de una coexistencia pacífica. La nueva administración norteamericana
del presidente Eisenhower también aceptó de facto esta coexistencia. Símbolos
de esta coexistencia fueron la visita de Kruschev a los Estados Unidos en 1959
o la reunión de Kennedy y Kruschev en Viena (1961).
La
URSS anunció un mayor respeto a las peculiaridades de los países de su bloque
lo que no fue óbice para que articulara el Pacto de Varsovia, reprimiese con
energía los movimientos de descontentos en la RDA y ordenase la entrada de
tropas del Pacto de Varsovia en Hungría para acabar con el rebelde gobierno
liberalizador de I. Nagy (la represión posterior quiso ser algo ejemplar para
posibles intentos similares). Un asunto muy importante en el bloque comunista
fue la ruptura de las relaciones entre China y la URSS a comienzos de los años
sesenta, ambos países aspiraron a convertirse en el referente mundial para el
bloque comunista.
Un
ejemplo del interés en la contención de las dos potencias tuvo lugar en la
denominada Crisis de Suez (1956). A raíz de la nacionalización del Canal de
Suez por Nasser hubo una intervención de los países directamente perjudicados
por la medida (Reino Unido y Francia) a los que unió Israel. Esta intervención
no gustó a ninguno de los dos grandes. Fue la presión norteamericana la que
obligó a replegarse a Francia y al Reino Unido.
El
conflicto que entrañó más peligro durante esta etapa fue la Crisis de los
Misiles (1962). Nunca desde el final de la II Guerra Mundial se estuvo tan a
punto de un enfrentamiento directo. Las cotas de tensión fueron máximas cuando,
buques soviéticos se dirigían a la Isla y parecía que iban a traspasar el
bloqueo decretado por el presidente Kennedy. Al final se impuso la negociación.
En
esta etapa se construyó el Muro de Berlín uno de los iconos más mediáticos de
la Guerra Fría. La RDA tomó esta decisión
para evitar las continuas fugas al sector occidental. El discurso de Kennedy en
Berlín (1963) ensalzando los niveles de libertad del bloque occidental frente a
su oponente alcanzó una repercusión enorme.
Siguieron
las potencias interviniendo en los países nuevos, como belgas y norteamericanos
en el Congo para derrocar a P. Lumumba o el inicio de la escalada de la
intervención norteamericana en Vietnam desde 1963 (un duradero episodio de
guerra limitada). También fueron frecuentes las intervenciones de la CIA
condicionando la política de varios países del Centro y Sur de América.
La
siguiente etapa, 1965-1975, la denomina el autor como “la
coexistencia contradictoria y la finalización de la Guerra Fría”. El
principal acontecimiento de esta etapa fue la Guerra de Vietnam, la primera
guerra televisada. La actuación de los norteamericanos, apoyando a Vietnam del
Sur, con sus bombardeos masivos (napalm) y masacres sobre la población civil
contribuyeron a crear una imagen negativa de Estados Unidos en el mundo y a que
surgieran fuertes movimientos de protestas tanto en el interior del país como
en otros muchos países. Vietnam se convirtió en una pesadilla apara Estados
Unidos, de tal forma que Nixon comprendió la necesidad de una retirada
progresiva. Los acuerdos de París de 1973 certificaron la retirada de Estados
Unidos. En 1975 los comunistas de Vietnam del Norte entraban en Saigón y tenía
lugar la unificación de Vietnam.
Fue
una etapa de acuerdos: Tratado de No Proliferación Nuclear (1970), política de
acercamiento de las dos Alemanias impulsada por W. Brandt, visita de Nixon a
China, acuerdos SALT y, como colofón, la firma del Acta de la Conferencia de
Seguridad y Cooperación firmada en Helsinki en 1975. Para algunos esta firma es
el fin de la Guerra Fría. A pesar de este clima las dos superpotencias
intervinieron puntualmente fuera de sus fronteras; Estados Unidos en la
República Dominicana para impedir que se constituyera una segunda Cuba, en
Indonesia para derribar a Sukarno, en Chile apoyando el golpe de Pinochet
contra el gobierno de Salvador Allende; y la URSS en Checoslovaquia para acabar
la
“Primavera de Praga” de A. Dubcek.
También estuvieron presentes las superpotencias en el conflicto árabe-israelí
(Guerras de los Seis Días y del Yom Kippur).
El último capítulo
lo dedica a “La caída del comunismo y el fin de los
bloques”. Se explica como el estancamiento y poca modernización del sistema económico soviético y sus consiguientes
problemas financieros impidieron a la URSS seguir el costoso programa de rearme
puesto en marcha por el presidente Reagan conocido popularmente como “la guerra
de las galaxias”. Esto tuvo mucho que ver con el giro de
Gorbachov desde 1985. Además, la invasión de Afganistán en 1979 y la casi una
década de presencia en el país iba a ser un duro golpe para el prestigio
soviético (“el Vietnam soviético”). Paralelamente tenía lugar la política
superagresiva de Reagan interviniendo en Angola, Mozambique, el Salvador,
Nicaragua, la isla de Granada, apoyo a la guerrilla islámica en Afganistán…
La
subida de Gorbachov al poder en 1985 puso fin a este rebrote de la Guerra Fría
e inauguró una nueva etapa de distensión. Las reformas de Gorbachov no
revitalizaron la economía (baja productividad y problemas para adaptarse a un
mundo cada vez más globalizado), pero sí socavaron los cimientos ideológicos
del régimen. Gorbachov abandonó la doctrina Breznev que sostenía el derecho y la
obligación de mantener los gobiernos aliados y anunció su decisión de replegar
tropas de Europa Oriental. El autor explica brevemente los procesos de
democratización en Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Rumanía, la RDA. La
apertura del Muro de Berlín el 9 de noviembre en 1989 puede considerarse el
punto final de la Guerra Fría. Dedica unas últimas líneas a la descomposición
de la URSS y a la unificación de Alemania.
Explica con cierto detalle dos curiosidades respecto a España: la bomba de Palomares y el Proyecto Islero para fabricar una bomba atómica
española.
Completan
el texto diversos mapas, cuadros explicativos y una seleccionada bibliografía.
La
obra en la Web de la Editorial:
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