Hitler, en prisión tras el fracaso del Putsch de la Cervecería, dictó Mein Kampf a su chofer Emile Maurice y a su secretario personal Rudolff Hess. El libro se convirtió en la biblia del nazismo. El libro, que no exponía ningún programa político, contiene muchas tergiversaciones e inexactitudes (Ian Kershaw). Haciendo una breve valoración de Mein Kampf los historiadores Palmer y Colton escriben que es "Una turbia corriente de recuerdos personales, de racismo, de nacionalismo, de colectivismo, de teorías de la historia, de acoso a los judíos y de comentarios políticos"
Portada de una de sus primeras ediciones |
- La superioridad de la raza aria, algún día dominadora del mundo, es el meollo de esta obra. Se expone con cierto detalle la doctrina racista hitleriana. Esta superioridad de la raza aria justifica en parte la política exterior imperialista en respuesta a la humillación de Versalles (necesidad de un espacio vital). Una visión maniquea de la historia como lucha racial. Llega a afirmar cosas tales como que hay que aplicar medidas eugenésicas de esterilización de los sujetos con alguna deficiencia genética, física o psíquica para mantener la pureza de la raza.
- Odio a los judíos a los que considera culpables de todos los males que padece Europa. Habla de un complot judío internacional al que es preciso hacer frente y erradicar.
- Otro mal, gemelo del judaísmo, es el comunismo (Partido Socialista y Partido Comunista). Habla del bolchevismo judío, mete en el mismo cado al judaísmo y al marxismo. Hay que hacer desaparecer a ambos.
- Rechazo a la paz injusta de Versalles con cuyas disposiciones había que romper.
- Unión con Austria
- Habla de una nueva Europa dirigida por el pueblo ario que podría firmar "tratados desiguales" con los pueblos cuya raza no estuviera demasiado mezclada (escandinavos, neerlandeses, flamencos, británicos...).
- Se rechazan conceptos como la lucha de clases (invención judeo-marxista) o la democracia igualitaria (los hombres son esencialmente desiguales). Sin embargo, a la vez que redacta Mein Kampf, en su prisión llega a la conclusión que es mejor abandonar el activismo y seguir el juego parlamentario para llegar al poder.
- Recoge la idea del líder indiscutible, del hombre superior (sería él mismo): "por tanto, primero de todo, el combate, luego tal vez el pacifismo... a partir del momento en que el hombre superior haya sometido al mundo en una extensión lo suficientemente grande para ser el único dueño de la tierra". Hitler se consideraba a sí mismo ese ser superior que iba a llevar a Alemania a cumplir su destino.
- Importancia de la propaganda para conseguir la adhesión de las masas a los propios postulados.
"... muchos contemporáneos cometieron un error al considerarlo ridículo y al no tomar muy en serio las ideas que Hitler exponía en él" (I. Kershaw).
El primer volumen del libro se publicó el 18 de julio de 1925, el segundo el 11 de diciembre de 1926 (Hitler ya estaba en libertad). Las ventas fueron modestas en los años 20 (muchas menos de las esperadas), empezaron a crecer desde que en 1930 comenzó el auge electoral del Partido Nazi y se dispararon desde 1933 cuando Hitler llegó al poder. Hasta 1945 se vendieron en Alemania 10 millones de ejemplares. Una re-edición moderna ha tenido un éxito espectacular.
https://www.elespanol.com/cultura/libros/20170103/183232088_0.html |
FRAGMENTOS DE MEIN KAMPF
“En consecuencia, es la raza y no el Estado lo que constituye la condición previa de la existencia de una sociedad humana superior. Según esto, el fin supremo de un Estado racista consiste en velar por la conservación de aquellos elementos raciales de origen que, como factores de cultura, fueron capaces de crear lo bello y lo digno inherente a una sociedad humana superior. Nosotros entendemos el Estado como el organismo viviente de un pueblo que no sólo garantiza la conservación de éste, sino que lo conduce al goce de una máxima libertad, impulsando el desarrollo de sus fa-cultades morales e intelectuales.
(...) Una ideología que, rechazando el principio democrático de la masa, aspira a consagrar este mundo en favor de los mejores pueblos, es decir, en favor del hombre superior, está lógicamente obligada a reconocer también el precepto aristocrático de la selección dentro de cada nación, garantizando así el gobierno y la máxima in-fluencia de los más capacitados en sus preceptivos pueblos; esta concepción se fun-da en la idea de la personalidad y no en la de la mayoría.
(...) La política exterior del Estado racista tiene que asegurar a la raza que abarca ese Estado los medios de subsistencia sobre este planeta, estableciendo una relación natural, vital y sana, entre la densidad y el aumento de la población, por un lado, y la extensión y calidad del suelo en que se habita, por otro.
(...) La capacidad de asimilación de la gran masa es muy reducida, su inteligencia peque a y su falta de memoria grande. De esta forma, toda propaganda eficaz debe limitarse a pocos puntos, convirtiéndolos en fórmulas estereotipadas, repitiéndolas siempre que sea necesario hasta que el último de los oyentes pueda entenderlos...
(...) Fundándose en esta convicción, el Estado racista no particulariza su misión educadora a la mera tarea de insuflar conocimientos del saber humano, no; su objetivo consiste, en primer término, en formar a hombres físicamente sanos, en segundo plano esta el desarrollo de las facultades mentales y aquí, a su vez en lugar preferente, la educación del carácter y sobre todo el fomento de la fuerza de voluntad y de decisión, habituando al educando a asumir gustoso la responsabilidad de sus actos, sólo después de todo esto viene la instrucción científica.
(...) La culminación de toda labor educacional del Estado racista consistirá en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud que le esta confiada, la noción y el sentimiento de raza. Ningún adolescente, sea varón o mujer, deberá dejar la escuela antes de hallarse plenamente convencido de lo que significa la puridad de la sangre y su necesidad (...)
La ideología nacional racista ve el valor de la humanidad en sus elementos raciales de origen. En principio considera el Estado sólo como un medio hacía un determinado fin y cuyo objetivo es la conservación racial del hombre. De ninguna manera cree, por tanto, en la igualdad de las razas, sino que, por el contrario, al admitir su diversidad, reconoce también la diferencia cualitativa existente entre ellas.
Esa persuasión de la verdad le obliga a fomentar la preponderancia del más fuerte y a exigir la supeditación del inferior y del débil, de acuerdo con la voluntad inexorable que domina el universo.
Página | 36
(...) El Estado tiene que empezar por hacer de la cuestión raza el punto central de la vida general; tiene que velar por la conservación de su pureza y tiene también que consagrar al niño como el bien más preciado de su pueblo. Está obligado a cuidar de que sólo los individuos sanos tengan descendencia.
(…) Todos aquellos que, en este mundo, no son de raza pura, no son más que desechos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario