Desde el comienzo, pero con más intensidad a medida que avanzaba el conflicto (nadie había previsto una guerra tan larga), los estados beligerantes intervinieron en la vida económica hasta términos antes desconocidos. Se trataba de poner la economía al servicio del esfuerzo bélico con el objetivo de ganar la guerra, es decir, una economía de guerra que exigía una planificación. Parece que los principios del liberalismo económico clásico no servían ante las nuevas circunstancias y los Estados tuvieron que intervenir ampliamente en la economía.
- El Estado controla y organiza la producción. Planifica qué producir, el destino de la energía, materias primas y alimentos... Hubo que dar prioridad a la industria bélica para lo que muchas industrias se reconvirtieron en industrias de guerra. La más afectada por esta reconversión fue la siderúrgica (ahora dedicada prioritariamente a producir armas y municiones,alambre de púas...), pero no fue la única; por ejemplo, el gran cometido de la industria textil fue producir uniformes y pertrechos militares. Paralelamente, con el objetivo de aumentar la producción, se experimentaron nuevos métodos organizativos en la industria y se estimuló la investigación y el avance técnico.
- El Estado controla los medios e infraestructuras de transporte que son vitales para el abastecimiento del frente: hombres, armas, municiones, alimentos.... Especial importancia, en este sentido, tuvo la priorización de la utilización militar del ferrocarril y la carretera.
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La carretera que abastecía al ejército francés de Verdún desde Bar-Le-Duc (concoida como Voie Sacrée). Un ejemplo del control militar de las vías de comunicación de máxima importancia; en este caso, debido al bombardeo alemán de las vías férreas. El ejército acondicionó esta carretera y la ensanchó para que pudiera acoger una enorme densidad de tráfico militar. |
- Ante la grave falta de mano de obra debido al reclutamiento de soldados, el Estado controla la mano de obra, llega a imponer el trabajo obligatorio o la repatriación desde el frente de obreros especializados. Pero lo más importante fue la masiva incorporación de la mano de obra femenina a sectores en los que antes tenía poca o nula presencia, especialmente en la industria de material bélico, pero también en transporte, talleres de reparación de automóviles, agricultura.... Sin olvidar el destacado protagonismo de las mujeres como sanitarias en el frente y hospitales de campaña. Este gran papel de la mujer durante la guerra fue clave para que, acabada la misma, las mujeres avanzasen en su emancipación política y exigiesen la equiparación legal y política con el hombre, comenzando por el derecho al voto.
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- El Estado interviene en la distribución y el mercado. Hay que abastecer el frente no solo de armas y municiones, sino también de alimentos, ropa, calzado... a veces en detrimento de la retaguardia. En este guerra no se dio el hecho habitual en otras de que los soldados se abastecieron en una parte del pillaje y el saqueo del territorio ocupado.
- Ante el creciente desabastecimiento (hubo una gran caída de la producción agrícola y ganadera) subieron enormemente los precios y pululó el mercado negro. El Estado se vio obligado a fijar los precios de artículos de primera necesidad y a controlar el abastecimiento. Se puso en marcha el racionamiento, se racionó el pan, azúcar, aceite, leche, carne, el carbón… cada vez fueron más productos los racionados. A medida que la guerra se prolongaba las condiciones empeoraron y huboy que reducir las cantidades asignadas. Los Aliados contaron con la posibilidad de acceder a la producción de sus colonias, por ello los problemas de abastecimiento fueron menores que en los Imperios Centrales.
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Cartilla de racionamiento de tabaco |
Los beligerantes debieron pagar los gastos de la guerra para lo que pidieron préstamos, emitieron deuda pública y bonos de guerra, aumentaron algunos impuestos, se desprendieron de sus reservas de oro... DE ESTO ME OCUPARÉ EN OTRA ENTRADA.
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