Fueron compañeros de trinchera en la Primera Guerra Mundial. Entonces Hitler era un joven introvertido, casi invisible para su unidad, excepto para él: Ernst Hess. Cuando ese joven se convirtió en el Führer de la Alemania nazi, autorizó un salvoconducto para proteger a aquel camarada judío.
(...)
Confiado en su salvoconducto Hess se instaló nuevamente en Alemania, a una remota aldea de bavaria. Un año después el exjuez judío fue citado a la Oficina de arianización de Munich. Cuando presentó su carta a la SS le dijeron que la orden había sido revocada y que ahora era "un judío como cualquier otro". El hilo protector de Hitler se había roto.
Hess fue deportado a Milbertshofen, un campo de concentración cerca de Munich. Lo único que le salvó de morir fue el estar casado con una mujer protestante.
4 comentarios:
Muy interesante y sorprendente el artículo. Voy a usarlo en mis
clases particulares de historia. Mis alumnos estarán interesados, les apasiona la historia de la segunda guerra mundial.
Sin duda un articulo sensacional. Siempre digo "si nos faltaran cosas por saber sobre la Segunda Guerra Mundial"
Dicho sea como aficionado la historia este blogger es muy de mi agrado!
Gracias por tu comentario, Santi. Ya lo creo que nos quedan muchas cosas por saber sobre la II Guerra Mundial. La última entrada que he publicado trata sobre un buen libro de síntesis publicado actualmente sobre la Guerra.
Parece que hasta el ser mas monstruoso tiene en el fondo algo de corazoncito, o quizá, algo de camaradería, quien sabe...
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