La acusación, proceso, condena y ejecución del matrimonio Julius y Ethel Rosenberg tuvo lugar en un contexto que favoreció su condena: la Guerra Fría (y más concretamente la Guerra de Corea), de la histeria norteamericana ante la amenza comunista y la posible existencia de una red de espionaje ruso en Estados Unidos y la "caza de brujas" del senador McCarthy (ver entrada de este Blog dedicada al tema).
Los Rosenberg era de origen judío y fervientes comunistas, ingresaron en el P. Comunista en 1942 aunque lo abandonaron un año después (según sus acusadores, lo hicieron para encubrir sus actividades de espionaje). Fueron acusados de espionaje atómico. Julius fue detenido el 17 de julio de 1950 y su esposa el 11 de agosto. Comparecieron en juicio el 6 de marzo de 1951 ante un tribunal presidido por el juez Irving R. Kaufman. Poco más de veinte días más tarde fueron declarados culpables y el 5 de abril condenados a muerte por haber pasado a un gobierno extranjero información importante para la defensa nacional. La información que supuestamente habían pasado a los soviéticos se cree que era de escaso valor para el proyecto atómico de la URSS. Las pruebas eran mucho más débiles en el caso de Ethel. Ésta era hermana de David Greenglass, un trabajador del centro de investigación nuclar los Álamos donde se coordino el proyecto Manhattan, que fue detenido en 1950 acusado de espionaje, en su proceso acusó a su hermana y a su cuñado de formar parte de una trama de espionaje. Los Rosenberg negaron los cargos hasta el final y se negaron a confesar su culpabilidad aún a sabiendas que el hacerlo podía haberles salvado la vida. Y, a pesar de las fuertes presiones, se negaron a delatar a nadie.
Siguió un largo período de apelaciones basadas en la dudosa constitucionalidad de la Ley de Espionaje de 1917 por la cual se les condenó y en la también dudosa imparcialidad del juez Irving R. Kaufman. Fueron más de veinte las apelaciones, siete de ellas llegaron hasta la Corte Suprema, todas ellas fueron rechazadas. Los esposos fueron ejecutados en la silla eléctrica en la prisión Sing Sing de Ossinig (Nueva York), era el 19 de junio de 1953.
"La ejecución de los Rosenberg es un linchamiento legal que mancha de sangre a todo un país". Jean Paul Sastre
De nada valieron las campañas
mundiales (manifestaciones, mítines, libros, peticiones de
personalidades como la de Pío XII...) señalando la que no había pruebas
suficientes y pidiendo un indulto para que no se ejecutara la sentencia. Tampoco sirvieron de nada las campañas dentro de Estados Unidos o las "vigilias" (algunas de varios días) ante la Casa Blanca. El nuevo presidente Einsehower, horas antes de la ejecución, se negó a conceder el indulto,
Ethel, en la última carta que escribió, afirmó que ella y su esposo serían reivindicados por la Historia. La polémica sobre la sentencia no acabó con su muerte, en los años posteriores siguió un debate su culpabilidad o inocencia. ¿Fueron víctimas de una sociedad obsesionada con el peligro soviético en el contexto inmediato de la Guerra de Corea? De hecho, el juez les acusó de haber posibilitado muchas bajas de soldados norteamericanos en la Guerra de Corea.
El desenlace de este proceso impulsó las actividades del Comité de Actividades Antiamericanas del senador McCarthy,
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