Durante la II Guerra Mundial la India cobró gran protagonismo, sobre todo desde 1942 cuando el avance japonés en Asia la colocó en primera línea de frente. El Partido del Congreso, tras una primera negativa, acabó ofreciendo su colaboración a Gran Bretaña a cambio de reconocer la próxima independencia de la India. La negociaciones no llegaron a buen puerto por la negativa de Gran Bretaña a reconocer la independencia.
Como respuesta, los nacionalistas organizaron fuertes movilizaciones de masas para reclamar la independencia, especialmente desde que el Partido del Congreso, en su reunión de Bombay, aprobó la moción “Quit India”, es decir “los ingleses fuera de la India”. La detención, por parte de Gran Bretaña, de los principales líderes nacionalistas (entre ellos Gandhi) no ayudó a solucionar el conflicto.
Como respuesta, los nacionalistas organizaron fuertes movilizaciones de masas para reclamar la independencia, especialmente desde que el Partido del Congreso, en su reunión de Bombay, aprobó la moción “Quit India”, es decir “los ingleses fuera de la India”. La detención, por parte de Gran Bretaña, de los principales líderes nacionalistas (entre ellos Gandhi) no ayudó a solucionar el conflicto.
C. Attlee |
Tras acabar la Guerra, el nuevo gobierno laborista de C. Attlee dió un giro en la política colonial británica tras observar los acontecimientos acaecidos en la India (amplio triunfo del Congreso y de la Liga en las elecciones para las asambleas provinciales de septiembre de 1945 y la sublevación de los marineros indios en febrero de 1946) y manifestó su intención de trasferir el poder a manos indias no más tarde de julio de 1948. Encomendó al virrey, lord Mountbatten, que llevase adelante las negociaciones lo que hizo con los dos partidos fundamentales, dejando olvidados al resto de partidos y grupos.
Pronto se vio claro que, a pesar de los esfuerzos por mantener la unidad de la India (una Unión Federal), no quedaba otra salida que la partición.
El 15 de agosto de 1947 se proclamó la independencia de la India, nacieron dos estados India y Pakistán (con su territorio dividido en dos partes, Oriental y Occidental, lejanas en el espacio).
Editorial Vicens Vives |
La división tuvo un enorme coste humano: matanzas salvajes entre las comunidades hindú y musulmana (hubo más de medio millón de muertos) y éxodos masivos de población entre ambos estados (tal vez unos 16 millones de personas).
Además, quedaron zonas fuertemente disputadas entre ambas comunidades, especialmente la región de Cachemira (foco de tensión hasta hoy), pero también en Junagarh y Hyderabad (que acabaron integrándose en la India).
3 comentarios:
Espectacular la reseña, gracias
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doy
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