¿QUIEN PROPORCIONÓ EL CIANURO A GÖRING PARA QUE PUDIERA SUICIDARSE POCAS HORAS ANTES DE SU EJECUCIÓN?

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Como he señalado en otra entrada de este Blog, Göring, uno de los jerarcas más influyentes de la Alemania Nazi, fue juzgado en el Juicio de Nuremberg y condenado a muerte. En otra entrada posterior, he señalado que Göring se suicidó en sus celda, poco antes de las once de la noche del 15 deoctubre de 1946, ingiriendo una cápsula de cianuro pocas horas antes de que comenzaran las ejecuciones de los condenados a muerte.

¿Quién le proporcionó el cianuro? Parece que no tenía escondido el cianuro en ninguna parte de su cuerpo (muela,ombligo, recto, alguna cicatriz...) ya que había sido registrado varias veces. Por otra parte, los prisioneros estaban permanentemente vigilados en sus celdas a través de una mirilla. Göring afirmó poco antes de morir, en una carta, que siempre había tenido el veneno con él. Es muy poco probable.

¿Quién se lo proporcionó? Descubrir la autoría se complica debido a que algunos personajes, para adquirir notoriedad se declararon autores de la entrega. Algunas hipótesis:

Bach-Zeleweski

•  El general de las SS, E. von dem Bach-Zeleweski  afirmó haberselo dado en un saludo durante el proceso dentro de una pastilla de jabón. Es poco probable, aunque esta versión gozó de cierta cedibilidad en los años 50.
• El periodista austríaco P. Bleibtreu (y ex-paracaidista de la Luftwaffe) aseguró que lo había pegado con chicle bajo el asiento que ocupaba Göring en el juicio. Este testimonio parece disparatado. 
• Otras versiones atribuyen la autoría al teniente norteamericano J. Wheelis con el que Göring parece que trabó cierta amistad. Este hombre murió sin afirmar nada, si lo hizo se llevó consigo el secreto. Es una posibilidad que aceptan muchos expertos. 
• Con motivo de los 6o años del juicio, uno de los antiguos vigilantes de los acusado, H. Lee Stivers, informó que fue él quien introdujo el cianuro dentro de una estilográfica, engañado por una chica alemana, Mona, con la que tuvo un breve romance. Afirmó que pensaba que era una medicina, no cianuro. 
• Aún hay otros que apuntan al doctor Pfucker que fue el último en entrar en la celda  para administrarle unos sedantes. 

La auténtica verdad sigue siendo un misterio.