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miércoles, 30 de marzo de 2016

LAS REFORMAS ELECTORALES EN GRAN BRETAÑA EN EL SIGLO XIX

Gran Bretaña no se vio afectada por las revoluciones que sacudieron el Continente en 1820, 1830 y 1848. Conoció una estabilidad política, sin grandes sobresaltos; el régimen liberal se fue modernizando con reformas moderadas. mientras se iban alternando civilizadamente en el poder los dos grandes partidos: Tories (conservadores) y Whigs (liberales). Los dos últimos tercios del siglo coinciden con el  reinado de la reina Victoria (1837-1901).

A la altura de 1830 uno de los graves defectos del sistema político inglés era que muy pocos (516.000) tenían derecho a voto para elegir la Cámara de los Comunes, además se primaba el voto rural sobre el de las ciudades. 

El sistema electoral inglés antes de la reforma de 1832

El sistema electoral inglés estaba controlado por las oligarquías locales. El censo era muy restringido, podían votar apenas medio millón de hombres. El sistema de patronazgo ponía en manos de una pocas familias el control de los asuntos públicos. No menos de dos tercios de los escaños de la Cámara se encontraban bajo el control aristocrático.

“..la antigua aristocracia tory y la aristocracia regular whig tienen por lo menos 150 miembros en la Cámara de los Comunes, no por influencia o relación, sino por designación directa, de modo que un gobierno que no las divida no puede perdurar mucho tiempo”The Croker Paper.

No eran extraños los pactos electorales entre Whigs y Tories para repartirse las circunscripciones y así evitar los grandes gastos que conllevaba la competencia directa en la campaña electoral.

Para solucionar este problema de representatividad era preciso acometer reformas en el sistema electoral si se le quería dotar de más base social, en el s. XIX, se aprobaron tres reformas: 1832, 1867, 1884.

La Reforma de 1832


Esta reforma estuvo motivada por el miedo a una inestabilidad social en un contexto revolucionario en Europa. Tras la oposición de la Cámara de los Lores al proyecto de Reforma, se convenció al Rey para que nombrase nuevos miembros de la Cámara de los Lores para desbloquear la ley. Esta se aprobó en septiembre de 1832 por sólo nueve votos de diferencia.

Fue una tímida reforma tras la cual el número de electores se elevó a 812.000, un 7% de la población adulta. En los burgos, el derecho a voto quedaba restringido a propietarios o arrendatarios de casas por un valor anual de 10 £, con al menos un año de residencia en el mismo domicilio; de modo que el 67% de los adultos varones de Inglaterra, Escocia y Gales, y el 80% de los de Irlanda no tenían derecho a voto.

El número de escaños (658) permaneció igual, aunque se redistribuyeron, se suprimieron algunos y se crearon otros. Se asignaron más escaños a las ciudades industriales y a los condados más populosos en detrimento de los burgos podridos (núcleos de escasa población con representación desproporcionada en el Parlamento). Había que corregir  anomalías como ésta: 35 distritos tenían menos de 300 electores mientras que Liverpool tenía más de 11.000.

"La ciudad de Old Sarum, apenas tiene tres casas y envía dos parlamentarios; y Manchester con algo más de seis mil almas, no tiene representación. ¿Hay alguna lógica en estas cosas?” (Paine, 1791)

Esta reforma favoreció a las élites manufactureras, comerciales y urbanas en detrimento de los terratenientes.


Pintura obra de Sir George Hayter conmemora la aprobación de la ley de reforma de 1832. WIKIPEDIA

La Reforma de 1867

La sacó adelante el conservador Disraeli (enfrentándose a una parte de su partido) con el apoyo de los liberales. Disraeli no buscaba democratizar el sistema, sino recabar apoyos para los conservadores en la clase media trabajadora.

Esta reforma extendió el derecho a voto a la pequeña burguesía urbana y arrendatarios medios rurales, pero dejó sin voto a los obreros y pequeños campesinos. El número de electores creció en 1867 hasta 1.364.000 y en 1869 hasta 2.418.000, el 16% de la población adulta. También se redistribuyeron los distritos.

En 1872, se aprobó el voto secreto, una de las seis reivindicaciones de la Carta del Cartismo (1837). No por ello acabaron los sobornos hasta que, en 1883, se promulgó una ley que establecía los gastos (y sus límites) que podía costear un candidato.

“Era realmente doloroso ver y dar testimonio de algunas elecciones en este y otros condados, donde hombres inteligentes votaban en contra de sus convicciones,.... Atemorizados de dar un voto honrado, sin que por ello pudieran ser expulsados de sus granjas, y castigados a vagabundear por el mundo". Artículo en el “Dundalk Democrat” del 18 de mayo de 1872


La Reforma de 1884

La aprobó el gobierno de Gladstone. Se acompañó de una nueva redistribución de los escaños para dar más protagonismo a las ciudades con mayor crecimiento y se exigió los mismo requisitos a los votantes del campo y de la  ciudad:  todos los cabezas de familia, así como para inquilinos, arrendatarios o minifundistas, varones y mayores de edad, con un año de residencia y que pagaran rentas de 10 £ al año. Los hijos que vivían con sus padres no tenían derecho a voto.

El número de electores creció hasta 3.152.000 que llegaron a 5.669.00 en 1886, un  el 88 % de los hombres adultos.

Un excelente articulo sobre el tema, publicado en "Política y Sociedad" (vol. 28, 2011) de Fernando Sánchez-Beato Lacasa se puede consultar en la Web:
http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/POSO1111130117A


lunes, 28 de marzo de 2016

UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS REVOLUCIONES DE 1848

Tras haber dedicados varias entradas a la Revolución de 1848 en Europa, toca hacer un balance. Parece claro que el resultado fue un fracaso global para los revolucionarios achacable a varias causas:
  • La mejora de la situación económica (incluidas las buenas cosechas) y el consecuente descenso del paro.
  • La marcha atrás de la burguesía que abandona su alianza inicial con los obreros cuando atisba el peligro de verse desbordada por ellos.
  • El viraje francés que pasó de ser el ejemplo revolucionario para Europa a, por ejemplo, reprimir la revolución en Roma. De Francia no llegó el apoyo que muchos revolucionarios europeos esperaban.
  • La fidelidad del ejército (mandado por generales monárquicos y aristocráticos) a las monarquía y a la clases privilegiadas.
  • La solidaridad de los monarcas absolutos europeos en los momentos de más grave peligro revolucionario.
  • Escasa organización de los revolucionarios que, salvo excepciones, carecieron de líderes de talla.
  • Poca solidaridad entre los revolucionarios de los distintos países.

"La República Universal", litografía del artista francés Charles Lemercier realizada en 1848. Representa una procesión (una sólida cadena humana) de diversos pueblos (identificados por sus banderas) y gentes de diversas razas y clases sociales caminando hacia la República Universal basada en los principios revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad. Desde el cielo, Jesucristo bendice esta nueva fraternidad humana.
Imagen tomada de de  http://expositions.bnf.fr/utopie/grand/3_75.htm

Sin embargo, se pueden señalar algunos logros:
  • Para los liberales el logro más importante fue el afianzamiento general del movimiento constitucional, también fueron un logro las reformas liberales en algunos países (por ejemplo, el sufragio universal en Francia o Piamonte)
  • Socialmente lo más destacable fue la abolición del régimen feudal en el Imperio Austro-Húngaro y la abolición de la esclavitud en las colonias francesas.
  • Los nacionalistas no lograron  ningún avance en las unificaciones de Italia y Alemania, tampoco lograron sus objetivos los diversos pueblos del Imperio Austro-Húngaro. Sin embargo, en Alemania, Prusia se fue perfilando claramente como el estado en torno a el cual se iba a realizar la unificación y la obra del Parlamento de Francfort, especialmente la Constitución, va a servir de guía a la organización institucional de la futura Alemania unida. En Italia, Piamonte se fue manifestando como el país capaz de pilotar la unificación.
  • Las ideas socialistas, que ahora aparecen en la escena revolucionario (Publicación del Manifiesto Comunista), no consiguieron mejoras significativas duraderas; los obreros estaban aún muy desorganizados. Sin embargo, hay que señalar que el proletariado avanzó en el afianzamiento de su conciencia de clase lo que iba a contribuir a que defendiese sus intereses alejados de los de la burguesía.

… Era la primavera de los pueblos y, como ocurre con la estación, no perduró (...). Todas ellas (revoluciones) se desarrollaron y languidecieron rápidamente, y en la mayoría de los casos de manera total.” Eric J. Hobsbawn refiriéndose a las revoluciones de 1848.

jueves, 24 de marzo de 2016

GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LA ÉPOCA DE LA RESTAURACIÓN Y LAS REVOLUCIONES BURGUESAS EN ESTE BLOG (1815 - 1848)



EL CONGRESO DE VIENA

LA RESTAURACIÓN

LOS "MOTORES" REVOLUCIONARIOS

LAS REVOLUCIONES DE 1820

LAS REVOLUCIONES DE 1830

LAS REVOLUCIONES DE 1848

miércoles, 23 de marzo de 2016

LA REVOLUCIÓN DE 1848 EN EL IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO


Mapa del Imperio Austro-Húngaro salido del Congreso de Viena que es prácticamente el mismo en 1848. Un conglomerado de pueblos y nacionalidades con intereses muy diferentes y, en ocasiones, hasta contrapuestos; por ello, es muy difícil estudiar la Revolución de 1848 en el Imperio Austro-Húngaro, aunque hubo levantamiento en muchos territorios, no todos tuvieron las mismas causas ni los mismos objetivos; es más, algunos lucharon contra otros. Fuera de Viena predominaron los objetivos nacionalistas sobre los liberales

REVOLUCIÓN Y REACCIÓN EN VIENA

A comienzos de marzo, los liberales austriacos planteaban reivindicaciones más o menos iguales a las de otros lugares de Europa: gobierno representativo, constitución, libertad de prensa, libertad religiosa, etc.; además pedían la dimisión de Metternich. El 10 de marzo, Metternich se negó a ceder en las peticiones liberales. Dos días más tarde entraron en escena los estudiantes de Viena insistiendo en las mismas reivindicaciones y, al día siguiente, representantes de los Estados de la Baja Austria reunidos en Viena pedían lo mismo.

Aunque hubo algunos desordenes, aún no era una revolución. El Gobierno concentró tropas que carecían de experiencia. Como sucedió en París, se escucharon unos disparos (produjeron cuatro muertos), la muchedumbre se dispersó y comenzó la lucha en el casco urbano, especialmente violenta en los barrios obreros (con quema de fábricas y máquinas incluida). 

A pesar de que el general Windischgraetz estaba dispuesto a restaurar el orden con sus tropas, el Gobierno decidió que era mejor ceder algo, comenzando por cesar a Metternich que huyó a Inglaterra. Fue el fin del personaje considerado el alma de la Restauración de 1815. Su destitución fue, tal vez, el mayor logro de los revolucionarios del Imperio Austro-Húngaro en 1848.


En los días siguientes el Consejo de Estado hizo algunas concesiones ante la multitud de demandas que llegaban diariamente: promesa de una Constitución, abolición de la censura, promesa de un gabinete  húngaro, responsable políticamente dentro de la unidad imperialEl día 25 de abril se redactó una Constitución que no satisfizo casi a nadie. En mayo el movimiento estudiantil cobró nuevo auge en Viena. El Emperador Fernando consintió en convocar una Asamblea Constituyentes unicameral, elegida por sufragio universal.

Ante la creencia de que corrían demasiado peligro, el Emperador y su Corte salieron en secreto para Innsbruck (7 de mayo). Esto fue muy mal visto por los vienes leales al Emperador. Fernando escribió en su diario: "nos dijeron que el pueblo y los estudiantes pensaban asaltar el palacio, prenderle fuego y asesinarnos; esta fue la razón que nos forzó a dejar Viena". 


Barricadas en Viena, 1848


En la Parlamento Constituyente, que se había reunido en Viena (julio) sin representantes de la parte húngara, era difícil que los diputados se pusieran de acuerdo, la mayoría de ellos no ocupaban sus escaños de acuerdo con sus ideologías políticas, sino que se agrupaban por bloques nacionales. Lo más reseñable de la labor de este Parlamento fue la aprobación de la emancipación del campesinado.

Cuando las cosas parecían más calmadas el Emperador y la Corte volvieron a la capital. En julio y agosto el Emperador se sintió lo suficientemente fuerte para anular las concesiones constitucionales hechas.

Los ejércitos de Windischgraetz marcharon contra los diversos grupos nacionales y se mostraban deseosos de reducir los disturbios de Viena tras haber acabado con los estudiantes de Praga. Los obreros y la izquierda parecían controlados. A fines de 1.848 se produjo la victoria de Radetzky en el Norte de Italia y sus fuerzas estaban dispuestas a unirse a las de Windischgraetz.


En Viena, algunos revolucionarios clarividentes vieron que si el ejército de Jellachich (un croata al servicio del Emperador) vencía en Hungría (ver apartado siguiente dedicado a Hungría) posteriormente se volvería contra ellos, así que organizaron una segunda oleada de insurrecciones en octubre de 1848: obreros y estudiantes se hicieron con el control del centro de la ciudad. El Emperador y la Corte,  protegidos por Windischgraetz, abandonaron nuevamente Viena y se retiraron a Olmutz.

Iba a ser Windischgraetz, otra vez, el encargado de sofocar esta nueva revolución. Este general cercó Viena que se aprestó a resistir esperando la ayuda húngara. En Hungría estaban divididos ante la opción a tomar: unos se mostraban reacios a hacer la guerra al Emperador fuera del territorio húngaro; otros, como Kossuth, sostenían que ayudar a los revolucionarios vieneses daría a Hungría una gran victoria. Triunfó esta tesis y se enviaron tropas a Viena, algunas de estas tropas no llegaron a su destino al ser vencidas fácilmente por Jellachich.
Francisco José I

Tras cinco días, Windischgraetz, obligó a rendirse a los revolucionarios vieneses. Siguió una fuerte represión,  "la más sangrienta de Europa de 1.848" al decir de Grenville. Más de 2.000 vieneses fueron asesinados.

En diciembre de 1.848, el emperador Fernando abdicó en sus sobrino Francisco José I, un  joven de 18 años. 




REVUELTA NACIONALISTA EN HUNGRÍA Y SU FRACASO

La situación en Hungría era diferente. Las noticias llegadas de París hicieron despertar al Partido Radical húngaro de Kossuth. Este pronunció un apasionado discurso que fue el comienzo del movimiento revolucionario, pedía: un  cambio radical en el sistema político (instituciones constitucionales para las diferentes nacionalidades del Imperio), un gobierno responsable ante el parlamento húngaro y no ante Viena, el Emperador debía depender del parlamento húngaro para legislar en Hungría.


Kossuth
En Hungría se formó un Gobierno presidido por el conde L. Battahyany, un reformista moderado y en el que participaba Kossuth. Este gobierno y la Dieta Húngara aprobaron las conocidas como leyes de abril: libertad de prensa, libertad religiosa, abolición de los privilegios de carácter fiscal, cancelación de las deudas y de la servidumbre de los campesinos, formación de una Guardia Nacional... La monarquía se convirtió en constitucional, sus poderes estaban limitados por la Dieta y por el Gobierno húngaros. La unión entre Austria y Hungría era monárquica y personal. Los ministros de Viena no tendrían ninguna jurisdicción en Hungría.


No tardó mucho en llegar la reacción a Hungría: se anularon las Leyes de Abril y el derecho de los húngaros a tener un ejército separado. Jellachich invadió Hungría con la misión de restaurar el orden en nombre del Emperador.

Ante esta situación, algunos dirigentes húngaros eran partidarios de claudicar, pero Kossuth hizo un llamamiento a la resistencia nacional.  La Dieta Húngara nombró a Kossuth presidente con poderes dictatoriales. Jellachich fue rechazado fácilmente hasta lo que se consideraba la frontera con Austria.

El 9 de abril de 1949, Kossuth proclamó la independencia de Hungría y entró triunfalmente en Budapest como regente.

El 1 de mayo el ministro imperial Schwarzenberg pidió ayuda a Rusia para acabar con la sedición húngara.  El Zar Nicolás acarició la idea de resucitar una Santa Alianza y aceptó ayuda al Emperador Francisco José. El zar quería evitar que el ejemplo húngaro fuese seguido en Polonia. El ejército conjunto de ambos emperadores comenzó a invadir Hungría. No llegó la ayuda francesa e inglesa que esperaban los húngaros. Kossuth huyó a Turquía (de allí paso a los Estados Unidos y, posteriormente, a Inglaterra) y su sucesor (Gorgey) se rindió a las tropas rusas (no a las austriacas) el 13 de agosto.

Siguió una fuere represiónAl menos cien destacadas personalidades húngaras fueron ejecutadas (incluso algunos moderados) y otras cuatrocientas se salvaron por la clemencia personal del emperador que no deseaba verter sangre inútilmente. Unas 2.000 personas fueron condenadas a largas penas de cárcel.



CROACIA Y SERBIA

Croatas y serbios se opusieron a los intentos de anexión por parte de Hungría. En 1.848, serbios y croatas se permitieron actuar en nombre del Emperador para liberarse del yugo húngaro. 

En marzo de 1.848, J. Jellachich, un fanático patriota croata, fue nombrado jefe militar y juró fidelidad a la Corona Imperial para combatir a Hungría. Bien es verdad que el Emperador dudó, unas veces apoyó a Jellachich y otras apoyó a Hungría; en realidad, el Emperador necesitaba de ambos hasta que el ejército de Radetzky eliminara el peligro italiano.

Los diversos núcleos revolucionarios del Imperio, muy divididos, en algunos casos, tendían a anularse entre sí

"El gran fracaso de los liberales y constitucionalistas de la Monarquía residía en su total incapacidad para hacer una causa común"  "La multiplicidad de las divisiones sociales y nacionales, que produjeron el caos, convirtió finalmentea la Monarquía en la única solución posible para la restauración de la paz y el orden general"
(Grenville). 

BOHEMIA

En los años anteriores al 48 hubo en Bohemia un gran renacimiento cultural uno de cuyos promotores fue el historiador Palacky. En junio se reunió en Praga un Congreso Eslavo que reafirmo el sentimiento común de solidaridad eslava amenazado por su poderosos vecinos. Este Congreso respondió  negativamente a las pretensiones del Parlamento de Francfort de anexionar a Alemania los territorios de Bohemia, Moravia y Silesia. Palacky declaró que era checo y no alemán.

En marzo y abril, la corte imperial hizo algunas concesiones  liberales a las reivindicaciones checas. Fue un espejismo. En Praga estalló la revolución el 12 de junio, artesanos y obreros industriales salieron a la calle. Windischgraetz se dirigió a Praga. Ante la actitud provocativa de las tropas, el pueblo respondió con barricadas. Windischgraetz tomó la ciudad el 17 de junio de 1848. Así acabó una revolución que nunca existió. Lo que si vino después fue la represión: encarcelamiento de liberales y radicales y supresión de la libertad de expresión. 

En síntesis, las revueltas liberales y nacionalistas de las diferentes partes del Imperio fueron aplastadas por los ejércitos imperiales.

lunes, 21 de marzo de 2016

55 AÑOS DE CONFLICTO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CUBA (EL PAÍS)



A propósito de la histórica visita del presidente Obama a la isla de Cuba, el diario El País digital publica una línea del tiempo comentada recogiendo los principales momentos de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos



viernes, 18 de marzo de 2016

LA REVOLUCIÓN DE 1848 EN TIERRAS ALEMANAS. EL PARLAMENTO DE FRANCFORT Y LA ASAMBLEA NACIONAL PRUSIANA. LA REACCIÓN CONSERVADORA


LLEGA LA REVOLUCIÓN

La agitación llegó a toda Alemania, llegó antes a la zona occidental (más desarrollada y más cercana a Francia) que a la zona sur y oriental. Los movimientos del 48 en Alemania, rurales y urbanos, tuvieron como "motores" el liberalismo, el nacionalismo unificador y la crisis económica de estilo antiguo (mala cosecha de patatas en 1.846, crisis de subsistencias...) y de estilo moderno (problemas financieros en los ferrocarriles, crisis financiera, paro obrero...).

Las primeras revueltas (marzo) fueron protagonizadas por los campesinos movidos por la crisis de subsistencias. Posteriormente, sobre todo en las ciudades, aparecieron reivindicaciones liberales (libertad de prensa, asambleas representativas, sufragio universal...).

En los días 15 al 18 de marzo triunfó la revolución en Berlín. Los revolucionarios consiguieron que el emperador Federico Guillermo IV convocase una asamblea por sufragio universal.

La revolución se fue extendiendo por otros estados: Sajonia, Hannover, Baviera, Baden..


Maerz1848 berlin.jpg
Luchas callejeras en Berlín en marzo de 1848. Wikipedia



PARLAMENTO DE FRANCFORT

Los revolucionarios acordaron celebrar una Asamblea en Francfort como una vía hacia la unificación, es el conocido como Parlamento de Francfort. Es el logro más importante de las revoluciones alemanas del 48. Sus 655 miembros, representantes de todos los Estados Alemanes, fueron elegidos por sufragio restringido muy amplio. Sólo la mitad de los que podían votar lo hicieron, a pesar del entusiasmo que despertó la idea de un "parlamento nacional". Los parlamentarios no eran exactamente revolucionarios; eran abogados, jueces, profesionales, funcionarios. No había ningún obrero y sólo un campesino. Ocho de cada diez habían recibido una educación universitaria (en su mayoría habían estudiado derecho). Pretendían triunfar más por la convicción que por la violencia. Se reunió por primera vez el 18 de mayo.

Sus componentes no estaban agrupados en partidos políticos en el sentido moderno de la palabra; más bien se reparten en torno a dos ideologías dominantes. Una, la de la mayoría de ellos que se oponía a la revolución social y pensaba que la unificación se podía conseguir con la cooperación de los Parlamentos Nacionales y de los Príncipes. Otra la de los que pensaban que era necesaria la revolución social quitando de en medio a los Príncipes. La influencia de los diputados que seguían esta segunda opción fue mayor que la correspondiente a su número porque supieron maniobrar hábilmente.


Parlamento de Francfort

El principal objetivo de este Parlamento fue elaborar una Constitución Liberal para toda Alemania unificada. Antes tuvo que afrontar varios problemas: los estados salidos del Congreso de Viena se resistían a renunciar a su soberanía, carecía de una superestructura, su fuerza era sólo moral, no poseía ni ejército ni en un primer momento gobierno aunque que más tarde formó uno presidido por el Archiduque Juan (de ideas liberales y nacionalistas) al que se le dio el título de regente.

Pero, tal vez su problema más importante fue que no tenían una idea uniforme sobre cómo debía ser la futura Alemania. Unos eran partidarios de la Pequeña Alemania (unificada en torno a Prusia) y otros lo eran de la Gran Alemania (unificada en torno a Austria incluyendo los territorios austriacos de lengua no alemana). En el Parlamento acabó triunfando la idea de la Pequeña Alemania a pesar que durante bastante tiempo pareció triunfar la idea de la Gran Alemania (el canciller del Imperio Austro-Húngaro, Schwarzenberg, en marzo de 1.849, otorgó una Constitución a los Estados del Imperio Austro-Húngaro con lo que pretendía influir sobre el Parlamento de Francfort para que apoyase la idea de la Gran Alemania). 

También tenían los parlamentarios ideas divergentes sobre el régimen de la futura Alemania: ¿República o Imperio? Los representantes de la izquierda se inclinaban por la república. ¿Más poderes al Estado Central o a los Estados miembros? Los más moderados se esforzaron por llegar a un compromiso entre los derechos de los Estado y la autoridad del Estado Central.

En diciembre de 1.848 publicó una Declaración de Derechos que debería ser respetada por la futura Constitución. En su redacción se pusieron de acuerdo los distintos grupos. Los 50 artículos recogían numerosos derechos y libertades similares a los Franceses de 1.789 y a los norteamericanos, pero con una diferencia: mientras franceses y norteamericanos hablaban de derechos del hombre, aquí se enunciaron como derechos de los alemanes. Entre ellos figuraban: igualdad ante la Ley, supresión de privilegios de clase, libertad de reunión, asociación y religión...etc. Fur obviada la cuestión de la "soberanía del pueblo" Estos derechos debían ser respetados por la Constitución

En abril de 1.849, se publicó la Constitución cuando ya Berlín y Viena habían sido tomadas por las tropas gubernamentales, así que la Constitución iba a tener  un carácter más bien testimonial. 

La Constitución establecía un Parlamento Bicameral con grandes competencias (consentimiento de ambas cámaras para aprobar las leyes, voto del presupuesto, control de los gastos, el rey no podía vetar eternamente sus acuerdos. La Cámara Baja era elegida por sufragio universal y secreto de los varones mayores de 25 años.

La Constitución estableció que la nueva Alemania sería un Imperio. Se ofreció la corona al rey de Prusia, Federico Guillermo IV. Aunque se sintió tentado a aceptar, el rey de Prusia rechazó el ofrecimiento atendiendo a varias razones: no era propio de su familia (los Hohenzollern) aceptar recortes constitucionales, podía traer problemas con Austria y Federico Guillermo no quería un enfrentamiento, no quería "perder" a Prusia en el conjunto de la nueva Alemania, no se veía con autoridad para imponerse a los estados que rechazaban la Constitución (que eran los más grandes)...

Ante el avance de la reacción, la mayoría de los parlamentarios (los austriacos y prusianos leales a sus monarcas), que rechazaban la violencia, abandonaron la Asamblea. Los que quedaron promulgaron la Constitución sin saber exactamente dónde iba a entrar en vigor. El ejército acabó con los restos de este Parlamento que se había trasladado a Stuttgart (junio, 1849).


ASAMBLEA NACIONAL PRUSIANA

Al mismo tiempo que se reunía el Parlamento de Francfort, Federico Guillermo IV permitió la reunión de la primera Asamblea Legislativa Prusiana, de una sola cámara, elegida por sufragio universal masculino indirecto. Fue una Asamblea muy revolucionaria que aprobó medidas muy atrevidas como una ley para liberar a los campesinos o la concesión de autogobierno a los polacos de Prusia Oriental y de Poznam. Las divisiones entre sus miembros fueron un abstáculo para que desarrollara su labor.

Sus actuaciones provocaron la reacción de los propietarios y del Rey. Éste decidió utilizar el ejército, siempre leal, para disolver la Asamblea ocupando Berlín. La Asamblea intentó volverse a reunir en Brandemburgo, pero estaba tan dividida que su disolución fue tarea fácil.


LA REACCIÓN CONSERVADORA

Tras el fracaso de ambos parlamentos, la reacción se extendió por toda Alemania. Austria y Prusia, tras poner "orden" en sus Estados, hicieron lo propio en sus áreas de influencia. Sus ejércitos fueron acabando con los focos de resistencia (el último reducto revolucionario en rendirse fue Rastatt en julio del 49). Se volvió a regímenes monárquicos moderados.


UNA CONSTITUCIÓN PARA PRUSIA

Tras su triunfo, el 5 de diciembre de 1848, Federico Guillermo IV quiso dar a Prusia (por su propia voluntad soberana)  una Constitución presentada como un pacto entre el Rey y el Pueblo. Representaba el punto de vista de sus ministros reformistas:
  • El rey detentaba el poder ejecutivo y se quedaba con una serie de poderes de emergencia: suspender los derechos civiles, recaudar impuestos sin consentimiento de Parlamento, incluso revisar la Constitución..
  • Garantizaba una serie de derechos civiles, libertades personales, de religión, de reunión, de asociación.. Por supuestos, en casos de emergencia, el Rey podía suspender estos derechos.
  • Parlamento bicameral: una Cámara Alta (elegida por los hombres mayores de 30 años con una cierta riqueza) y una Cámara Baja (elegida por sufragio universal masculino). Este parlamento legislaba, votaba el presupuesto...
Fue bien recibida, era como un ejemplo para toda Alemania. Sin embargo, fue un espejismo, ya en 1.849 el Rey dio marcha atrás y reformó la Ley Electoral poniendo en vigor el  sufragio de las tres clases (mayo, 1849): los muy ricos elegían un tercio de los representantes de la Cámara Baja, las clases medias otro tercio y las clases modestas el tercio restante.

miércoles, 16 de marzo de 2016

LA REVOLUCIÓN DE 1848 EN TIERRAS ITALIANAS



En Italia, las fuerzas revolucionarias son el liberalismo que trata de derribar el absolutismo y, en el norte, el nacionalismo antiaustriaco. Algunos cambios parecían favorecer ahora los que liberales y nacionalistas:

El rey Carlos Alberto
  • El rey Carlos Alberto de Piamonte apuestó por el liberalismo y se entregó a la causa nacionalista. Fue un cambio sustancial, pues, anteriormente, se había mostrado más partidario de una alianza con Metternich para combatir el Liberalismo que de intentar sacudir el dominio austriaco del norte de Italia. Desde 1.847 adoptó ciertas medidas liberales y en 1848 promulgó una Constitución. Cavour le advirtió de que si no apoyaba el levantamiento revolucionario podía perder el trono.

Pio IX
  • En 1846 fue elegido Papa Pío IX que era mucho más abierto que su antecesor. Parecía partidario de la Unidad Italiana. Inició su pontificado con una serie de reformas liberales: proyecto de una Asamblea Consultiva, reforma de la legislación civil, autorización para publicar periódicos… Estas reformas no parecieron gustar a muchos: los Cardenales trataron de boicotearlas y a los partidarios de Mazzini les parecieron muy poca cosa. Cuando estalló la Revolución de 1848 en Europa, el Papa pidió la bendición divina para Italia lo que se interpretó como un signo de su nacionalismo; sin embargo, cuando los movimientos del 48 alcanzaron cierta virulencia, el Papa decidió apoyar a los conservadores.


La revolución se inició en Nápoles, donde fue duramente reprimida por las tropas borbónicas. El movimiento se extendió más tarde a Sicilia donde Fernando II, impotente, no tuvo más remedió que aceptar una constitución. Es de destacar que los levantamientos en el sur de Italia sólo tuvieron un componente liberal. 

La Revolución se extendió por diversos territorios italianos del centro y norte de la Península. Las tropas austriacas en Italia (unos 100.000 hombres muy diseminados y mal entrenados) no podían detenerla. Además, el Imperio Austro-Húngaro tenía que atender a la revolución en su propio territorio.

En Venecia, las tropas austriacas se rindieron y se proclamó la República. El general austriaco Radetxky salvó su ejército retirándolo a las plazas fortificadas del "cuadrilátero" (Peschiera, Mantua, Verona y Legnano).

En este contexto, el rey de Piamonte declaró la guerra Austria (23 de marzo de 1848). Marchó sobre Lombardía, entró en Milán (de donde habían expulsado a las tropas austriacas los días 18-20 de marzo) y en Venecia, esperando incorporar estos territorios a la Casa de Saboya. 


Pronto iban a cambiar las cosas al no llegar la prometida ayuda francesa. Se produjo la victoria de las tropas austriacas de Radetzky en Custozza (julio). Carlos Alberto tuvo que firmar el armisticio. Los austriacos recuperaron Lombardía y el Véneto (salvo la propia ciudad de Venecia, "agazapada" en el fondo de su laguna).

Los revolucionarios italianos reaccionaron y lograron proclamar la república en varios sitios, entre ellos en Toscana (de donde expulsaron al Gran Duque) y en los Estados Pontificios



El Papa, tuvo miedo (sobre todo desde el momento en que el 15 de noviembre asesinaron en su presencia a su ministro Rosi) y huyó a Gaeta. Pio IX, con esta huida, perdió su fama de nacionalista y liberal (es más, en 1864, acabaría publicando su famoso "Syllabus de Errores" en el que advertía a los católicos de los peligros del Liberalismo.

Tras la huida del Papa, en los Estados Pontificios se proclamó la República. Los Gobernantes de la nueva República Romana parecían encarnar la causa nacionalista italiana en este momento, sobre todo tras el fracaso de Carlos Alberto. El 8 de enero de 1.849 se proclamó oficialmente esta República asumiendo los poderes un triunvirato: Mazzini, Armellini y Suffi.

Patriotas italianos proclaman la República en Roma



Como he señalado en una entrada anterior, fueron tropas francesas (de Luis Napoleón Bonaparte) las que repusieron al Papa en sus territorios. Estas tropas permanecieron en Italia hasta 1.870.

Carlos Alberto, ante la nueva situación en el centro de Italia, decidió denunciar el armisticio con los austriacos (20 de marzo de 1.849) e iniciar por segunda vez la invasión de Lombardía. Tres días más tarde su ejército fue aniquilado en Novara. Tras esta victoria, los austriacos se quedaron con el control de toda Italia Norte y Central. Ejercieron una feroz represión (especialmente en Lombardía). 


Tras estos dos fracasos, Carlos Alberto abdicó en su hijo Víctor Manuel II. En Italia, únicamentePiamonte pudo conservar un régimen semiliberal a pesar de las presiones austriacas.