En un discurso en la Universidad de Harvard (6 de junio de 1947), el Secretario de Estado norteamericano, G. Marshall, presentó un plan para ayudar a la reconstrucción económica y financiera de los países arruinados. Es el conocido como Plan Marshall.
Este Plan tenía objetivos económicos (reconstrucción de las economías de libre mercado de Europa y, a la vez, colocación de los excedentes de producción norteamericanos para evitar una recesión económica norteamericana ya que el Plan proporcionó mercancías más que dinero) y objetivos políticos (reforzar la cohesión del bloque capitalista y evitar el avance del comunismo). Efectivamente, los 17 países beneficiarios del Plan Marshall se comprometieron con el bloque occidental y acordaron crear la OCDE.
El Plan también se ofreció en principio a los países bajo la esfera soviética, pero éstos lo rechazaron por las presiones de la URSS.
El total de las ayudas entre 1947 y 1952 pudo ascender a 13.000 millones de dólares. No todos los países recibieron las mismas ayudas, en el gráfico siguiente se especifican los mayores países receptores y los sectores a los que se destinaron.
En otra entrada de este Blog, he recopilado algunas muestras de carteles de propaganda a favor y en contra del Plan Marshall
Este Plan tenía objetivos económicos (reconstrucción de las economías de libre mercado de Europa y, a la vez, colocación de los excedentes de producción norteamericanos para evitar una recesión económica norteamericana ya que el Plan proporcionó mercancías más que dinero) y objetivos políticos (reforzar la cohesión del bloque capitalista y evitar el avance del comunismo). Efectivamente, los 17 países beneficiarios del Plan Marshall se comprometieron con el bloque occidental y acordaron crear la OCDE.
El Plan también se ofreció en principio a los países bajo la esfera soviética, pero éstos lo rechazaron por las presiones de la URSS.
El total de las ayudas entre 1947 y 1952 pudo ascender a 13.000 millones de dólares. No todos los países recibieron las mismas ayudas, en el gráfico siguiente se especifican los mayores países receptores y los sectores a los que se destinaron.
http://apuntes.santanderlasalle.es/historia_1/xx/plan_marshall/plan_marshall.htm |
En otra entrada de este Blog, he recopilado algunas muestras de carteles de propaganda a favor y en contra del Plan Marshall
Discurso de G. Marshall en la Universidad de Harvard, 6 de junio de 1947
"No necesito decirles, señores, que la situación mundial es muy seria
(...). Al considerar lo que se precisa para la rehabilitación de Europa, la
pérdida física de vida, la destrucción visible de ciudades, factorías, minas y
ferrocarriles, fueron correctamente estimadas, pero se ha hecho obvio en los
últimos meses que esta destrucción visible era probablemente menos seria que la
dislocación de toda la fábrica de la economía europea (...).
La verdad de la cuestión es que las necesidades de Europa para los
próximos tres o cuatro años en alimentos y otros productos esenciales
procedentes del exterior, principalmente de América, son tan superiores a su presente capacidad de
pago, que tienen que recibir una ayuda adicional sustancial o enfrentarse con
un deterioro económico, social y político de un carácter muy grave.
El remedio consiste en romper el círculo vicioso y restaurar la
confianza de la gente europea en el futuro económico de sus propios países y de
Europa como un todo. El fabricante y el granjero a lo largo y ancho de amplias
áreas tiene que tener capacidad y voluntad de cambiar sus productos por monedas
cuyo valor continuo no esté constantemente en cuestión.
Dejando a un lado el efecto desmoralizador sobre el ancho mundo y las
posibilidades de desórdenes resultantes de la desesperación de la gente
afectada, las consecuencias para la economía de los Estados Unidos parecen
evidentes a todos. Es lógico que los Estados Unidos hagan cuanto esté en su
poder para ayudar a volver a una salud económica normal en el mundo, sin la
cual no cabe estabilidad política ni paz segura. Nuestra política no va
dirigida contra ningún país, ni ninguna doctrina, sino contra el hambre, la
pobreza, la desesperación y el caos. Su objetivo debe ser la vuelta a la vida
de una economía operante en el mundo, de forma que permita la aparición de
condiciones políticas y sociales en las que puedan existir instituciones
libres. Tal ayuda, a mi modo de ver, no debe llevarse a cabo en pedazos a
medida que se desarrollen las crisis. Cualquier ayuda que este Gobierno pueda
prestar en el futuro debe procurar una cura antes que un simple paliativo.
Cualquier gobierno que esté dispuesto a ayudar en la tarea de la recuperación,
encontrará, estoy seguro de ello, plena cooperación por parte del Gobierno de
los Estados Unidos. Cualquier gobierno que maniobre para bloquear la
recuperación de otros países no puede esperar apoyo de nosotros. Más aún, los
gobiernos, partidos políticos o grupos que traten de perpetuar la miseria
humana al objeto de aprovecharse de ella políticamente o de otra manera,
encontrarán la oposición de los Estados Unidos.
Es ya evidente que, antes de que el Gobierno de los Estados Unidos
pueda ir mucho más lejos en sus esfuerzos para aliviar la situación y ayudar a
situar al mundo entero en su camino hacia la reconstrucción, tiene que haber
algún acuerdo entre los países de Europa en cuanto a lo que requiere la
situación y a la parte que estos países mismos tomarán en orden a dar el
adecuado efecto a cualquier acción que pueda ser emprendida por este Gobierno.
No resultaría ni conveniente ni eficaz para este Gobierno intentar montar
unilateralmente un programa encaminado a poner a Europa de pie económicamente.
Este es el asunto de los europeos. La iniciativa, pienso yo, tiene que venir de
Europa. El papel de este país debe consistir en una ayuda amistosa en la
elaboración de un programa europeo y un ulterior apoyo a dicho programa en la
medida en que pueda ser práctico para nosotros hacerlo. El programa debería ser
un programa combinado, aceptado por un buen número de naciones europeas, si no
por todas.
Parte esencial de cualquier acción afortunada por parte de los Estados
Unidos es que el pueblo de América comprenda, por su parte. el carácter del
problema y los re medios a aplicar. La pasión política y los prejuicios no
deben intervenir. Con previsión, y con la voluntad de nuestro pueblo de
enfrentarse con la ingente responsabilidad que la historia ha puesto claramente
sobre nuestro país, las dificultades que he subrayado pueden ser superadas, y
lo serán".
Esta entrada no puede ser más oportuna, pues un esfuerzo parecido va a ser necesario para la reconstrucción económica de varios países europeos dada la "guerra" en la que nos hallamos inmersos.
ResponderEliminarMuchas gracias y enhorabuena por la bitácora.