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miércoles, 2 de octubre de 2019

RESEÑA DE "BREVE HISTORIA DE LA VIDA COTIDIANA DE LA IBERIA PRERROMANA"


DÍAZ SÁNCHEZ, C. Breve historia de la vida cotidiana de la Iberia prerromana. Costumbres, cultura y tradiciones. Madrid: Nowtilus, 2019.

En el s. I a. C. habitaron en la Península Ibérica un elevado número de pueblos separados no por fronteras claramente delimitadas, sino por su origen, lazos familiares y de clan, sus creencias  y sus modos de vida y de organización social. En este ensayo, Carlos Díaz nos ofrece una exposición detallada de la organización económica y social, las manifestaciones religiosas, los ritos funerarios, el arte, etc. de la civilización tartésica (que ocupó una extensa área de las actuales provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla y el sur de Extremadura), de los pueblos ibéricos (situados en la vertiente del Mediterráneo, parte de Andalucía, y adentrándose por la cuenca del Ebro), de los pueblos celtibéricos (con los arevacos numantinos como máximo exponente), de los pueblos del interior peninsular (vacceos, vettones…) y de los pueblos del noroeste (galaicos astures y cántabros). Debido a la época de la que se trata, el autor ha contado preferentemente con las aportaciones de las fuentes arqueológicas no siempre de fácil interpretación. Afortunadamente, disponemos de un buen número de yacimientos, algunos con una importante información. También ha contado con las fuentes literarias de autores antiguos (Estrabón, Plinio el Viejo, Ptolomeo, Avieno…)  y con estudios bibliográficos actuales.


La obra comienza, tras una exposición del contexto histórico y geográfico de estas civilizaciones, se estructura en cinco capítulos: nacimiento, infancia, adolescencia, adultez y senectud. Traspone lo más característico de estas edades de la persona a diversos aspectos de la historia de los pueblos y civilizaciones de los que se ocupa: Tartesos, Civilización Ibérica, Civilización Celtibérica, pueblos del interior y pueblos del noroeste. Lo hace de una forma individualizada para cada una de estas civilizaciones aunque sin dejar de señalar sus relaciones, a veces muy estrechas..


El primer capítulo, Nacimiento, trata del origen de estos pueblos que, debido a su antigüedad, casi siempre se presenta confuso y ha sido objeto de debates historiográficos. El autor expone las distintas interpretaciones sobre la procedencia y asentamiento de cada uno de las cinco civilizaciones de las que ocupa. 


La infancia de las personas es una época que discurre preferentemente en la casa. Ello da pie a que en el segundo capítulo (Infancia) se trate de la arquitectura doméstica: la casa. Se explica sus formas y la evolución de las mismas, los materiales, los suelos, las techumbres, la decoración, las dimensiones… Una tarea compleja debido a lo perecedero de muchos de los materiales que se utilizaron en su construcción. Se explica también la jerarquizada organización social  y familiar de estos pueblos y de la incidencia que tuvo en ellas el contacto con los colonizadores mediterráneos (mucho más patente en los pueblos del litoral).



En su adolescencia, las personas pretenden ser útiles y contribuir a la defensa de la comunidad. El tercer capítulo, Adolescencia, está dedicado a la arquitectura militar y al armamento. Se analiza la diversa arquitectura defensiva (unos pueblos, como los celtibéricos, protegen sus poblados con murallas con fosos, otros, como los ibéricos, utilizan otro tipo de construcciones defensivas). Se hace un repaso a los distintos tipos de armas ofensivas que utiliza cada una de estas cinco civilizaciones: espadas, falcatas, puñales, lanzas, jabalinas… Y también a las defensivas: escudos, cascos, corazas, grebas…


El capítulo cuatro, Adultez, trata de las ocupaciones típicas de esta etapa de la vida: los oficios y el arte. La agricultura (no solo cerealista, aunque sí principalmente) y la ganadería constituyen la base principal de la economía de todos estos pueblos. Junto a éstas, señala el autor la importancia de la minería en lagunas zonas y la de las distintas actividades artesanales en todos estos pueblos (metalurgia, armas, cuero, textiles…). Fue muy importante la alfarería que experimentó un gran cambio con la llegada del torno alfarero. Los distintos tipos de cerámica y sus motivos decorativos son señas de identidad de estos pueblos. Muy interesante fue también la orfebrería (torques, collares, brazaletes, diademas, anillos…) que experimentó un mejor acabado y elaboración en los pueblos que tuvieron más contacto con los colonizadores del Mediterráneo. ¿Y qué decir de la importancia del arte ibérico con piezas tan impactantes como la Dama de Elche, la Bicha de Balazote, la Gran Dama Oferente….? ¿Y de los verracos vettones de los que se han ofrecido diversas interpretaciones sobre su significado?

Durante la senectud, los seres humanos comienzan a ser considerados  más sabios y tener experiencias religiosas más profundas (con las numerosas excepciones que acompañan a las generalizaciones), así que este capítulo, Senectud, está dedicado a los espacios religiosos y los ritos funerarios. Se constatan  grandes peculiaridades de los espacios religiosos de cada uno de estos pueblos: en Tartessos se han identificado espacios religiosos de influencia oriental dedicados a divinidades como Asatarté o a Baal; en el mundo celtibérico los espacios religiosos están relacionados con espacios naturales como fuentes, lagos, montañas…y sus dioses están relacionados con el mundo celta (Lug, Matres…). Algo parecido sucede en la cultura vaccea. Las necrópolis constituyen una fuente inagotable de información sobre la vida de estos pueblos y su organización social (diferencias entre las jerarquías y el resto, entre los guerrero y los que no lo son….), de sus ritos funerarios  dentro de los que predomina la cremación entre los Iberos, celtíberos, vacceos, vettones y pueblos del noroeste (aunque estos practican también la inhumación), los tipos de tumbas u hoyos donde depositan las cenizas, el ajuar… Destaca la costumbre vaccea de exponer los cadáveres de los guerreros para que los devorasen los buitres, animales sagrados.


Esta obra nos ofrece una magnífica síntesis de la vida cotidiana de estos pueblos, cuya diversidad presenta una gran riqueza cultural que fue perdiendo terreno ante el ímpetu conquistador de Roma. Una ardua tarea, que es agradecer, debido a la naturaleza de las fuentes. Se agradece el glosario y la amplia bibliografía.


La obra en la Web de la editorial:


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