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martes, 4 de septiembre de 2018

RESEÑA DE LA NOVELA JUVENIL "IQBAL MASIH. LÁGRIMAS, SORPRESAS Y CORAJE"


GRIOT, M.: “Iqbal Masih. Lagrimas sorpresas y coraje”. Edit. Oxford. Col. El árbol de la literatura. Tercera edición, 2018.



Esta novela, con fuertes tintes biográficos, narra a la vida de Iqbal Masih, un niño pakistaní que, desde muy temprana edad, se vio obligado a trabajar en los talleres de alfombras de su localidad, en un régimen esclavizado, hasta ganar lo suficiente pagar el préstamo (con sus abusivos intereses) que el fabricante hizo a su familia (el denominado Paishgee tan extendido en la sociedad pakistaní). En realidad, la vida de Iqbal no difiere mucho de la de cualquiera de los 250 millones de niños (tal vez una cifra mayor) del mundo que están sometidos a un trabajo forzado en unas condiciones que recuerdan a las que niños y niñas  soportaron en los primeros tiempos de la industrialización, en Inglaterra allá por la segunda mitad del s. XVIII: largas jornadas, bajísimos salarios, instalaciones insalubres, severa disciplina que puede llegar al castigo físico…. Niños sin infancia y sin escuela.


A través de testimonios ofrecidos por las personas que para bien o para mal estuvieron cerca del pequeño Iqbal (familiares directos, compañeros de trabajo, fabricantes,  militantes de la organización BFLL, los que le conocieron en Suecia o Estados Unidos, incluso su asesino, etc.) el lector puede recomponer su corta, pero intensa, existencia. Una vida similar a los niños de su entorno hasta que Iqbal se armó de coraje, se rebeló y decidió cambiar el rumbo de su vida. Ayudado por  la Organización BFLL (dedicada a la lucha pacífica por erradicar el trabajo infantil) pudo abandonar el taller de alfombras y acudir a la escuela. Iqbal dedicó el resto de su vida a dar testimonio de su experiencia personal y la similar situación de otros muchos miles de niños, a luchar por el fin del trabajo forzado de los niños, a pedir que se cumpliese la ley aprobada en el Parlamento de Pakistán que prohibía el trabajo infantil y que los fabricantes convertían en papel mojado, a participar en campañas para exigir el fin del paishgee basado en una red de abuso de menores que no solo beneficiaba a empresarios e intermediarios, sino también a los consumidores de países occidentales... Defendió estas ideas también en los países a los que viajó: Suecia (participó en un documental sueco) y Estados Unidos (donde acudió a recibir un  premio por su defensa de los derechos humanos de los niños). Iqbal defendió estas ideas con palabras sencillas que llegaron al corazón de mucha gente. Su creciente popularidad no gustó a los fabricantes lo que iba a ser causa de su dramático final: el 16 de abril de 1995 fue asesinado. ¡¡¡Tan solo tenía 13 años!!! ¿Tanto poder tenían las palabras de un niño? La versión de la policía, culpando del asesinato a un desequilibrado, no convenció en absoluto a muchos Organismos Internacionales, pero nunca se pudo demostrar quién pagó al sicario que acabó con su vida.


Ésta es una novela de denuncia de la situación de millones de niños en varios países del mundo en pleno siglo XXI a pesar de las diversas Declaraciones de Organismos Internacionales (ONU, UNICEF…) proclamando una serie de derechos básicos de niños y niñas como el derecho a una vida digna, a la educación, a la posibilidad de participar en actividades lúdicas y recreativas propias de su edad, a una vida adecuada, a protección contra la explotación… por citar algunos de los más conculcados en el trabajo forzado infantil. 


Además, la lectura de esta obra puede ayudar a concienciar a la sociedad de la necesidad de acabar con esta lacra de explotación infantil, colaborando cada uno conforme a sus posibilidades. Una buena forma de fomentar esta concienciación es comenzar por los más jóvenes. En este sentido, creo que es una lectura a incluir en los planes de lectura de los centros educativos de Enseñanzas Medias para 3º y 4º de la ESO y 1º de Bachillerato.

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