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martes, 9 de enero de 2018

PRIMEROS EFECTOS DE LA CRISIS DE 1929 EN ALEMANIA: AUGE DEL MOVIMIENTO NAZI DURANTE EL GOBIERNO BRÜNING (1930-1932)


Los efectos de la crisis de 1929 se dejaron sentir pronto en Alemania y con una intensidad muy fuerte como he detallado en otra entrada de este Blog. La crisis coincidió con el vacío político que se produjo tras la muerte de Stressemann (octubre, 1929). 

El nazismo comenzó a crecer en este ambiente de crisis económica, los afiliados al partido aumentaron significativamente desde 1930 y el número de votos en las elecciones parlamentarias fue espectacular ya en noviembre de 1930 como se ve en la tabla adjunta. Estos votos se tradujo, lógicamente, en una gran presencia de diputados nazis en el Parlamento alemán hasta llegar a ser el grupo más numeroso.



Quiebras de bancos y de empresas, desprotección social, pobreza, paro, políticas muy equivocadas de los gobiernos... muchas personas buscaron la solución a sus problemas en opciones políticas más extremistas, una gran mayoría se echó en manos del nazismo y, siguiendo la propagandanazi, vieron en Hitler y su partido una salida.



En esta entrada me voy a ocupar del crecimiento del nazismo durante el gobierno del canciller Brüning (marzo 1930 a mayo de 1932) un político con formación económica procedente del Zentrum católico. "... fue el primer paso innecesario en el camino suicida de la república de Weimar" (I. Kershaw)


Wikipedia
Brüning accedió al poder con el apoyo de los industriales, formó un gobierno de coalición con grupos de la derecha democrática, pero sin mayoría parlamentaria. 

Dada la necesidad de un disponer de un gobierno fuerte para hacer frente a la crisis y buscando una mayoría parlamentaria, disolvió el Parlamento y  convocó nuevas elecciones que se celebraron en septiembre de 1930. La campaña electoral se desarrolló en un ambiente de gran agitación y violencia en la calle. Fue Goebbels el encargado de dirigir la de los nazis. La asistencia a los grandes discursos de Hitler fue masiva, en ellos se afanó en presentar el colapso de Alemania bajo la democracia parlamentaria, que, además, había aceptado ser una nación de rodillas en la escena internacional proponía un programa de liberación nacional.  Los resultados fueron bastante malos para el Canciller como se ve en la tabla adjunta: El Zentrum avanzó solo siete escaños (quedó como cuarto partido en el Parlamento) mientras que los nazis aumentaron 95 (con 107 escaños y el 18,3 % de los votos se situaron como  la segunda fuerza política tras el SPD) y los comunistas (KPD) sumaron 23 más (con el 13,1 % de los votos pasó a ser la tercera fuerza política).  


Bundesarchiv Bild 183-1989-0630-504, Heinrich Brüning.jpg
Brüning
Brüning tuvo que formar de nuevo un gobierno de coalición y, a menudo, echar mano del Articulo 48 de la Constitución que permitía al Ejecutivo gobernar por decreto en tiempos excepcionales, realmente era un práctica no muy democrática. Parece que Brüning estaba preparando una revisión dela Constitución de Weimar en sentido autoritario (Ferrán Gallego).

Para hacer frente a la crisis adoptó una política de austeridad y de deflación. Los trabajadores vieron cómo se congelaban o bajaban sus salarios como una medida para contener la inflación. El paro creció de unos 2,3 millones hasta 6, a pesar de que para reducir el desempleo se preparó un plan de nacionalizaciones y de reparto de tierras.  Este aumento del paro es la señal más palpable del fracaso de su política. Recortes en gastos sociales y deflación.  Brüning pensó que con la deflación los artículos alemanes serían más competitivos en el exterior lo que se traduciría en un aumento de las exportaciones para poder obtener los dos mil millones de Reichmarks necesarios para pagar las deudas de guerra (reparaciones). Brüning pensaba que si conseguía una reducción de las reparaciones sería su mejor arma para contener a los nazis. Las medidas proteccionistas tras la crisis que adoptaron los diversos estados impidieron el crecimiento de las exportaciones alemanas. Como consecuencia vino una fuerte caída de la producción industrial, la gran industria comenzó a considerar agotado el período Brüning.

En octubre de 1931 se formó el Frente de Harzburgo, una alianza de partidos reaccionarios (representantes nazis, Hugenberg, Von Seeckt...) y representantes de la gran industria, sobre todo del Rhin y del Ruhr, cuyo objetivo era derribar a Bruning. Participó Hitler, aunque parece que no se sintió muy a gusto (según Thornton estuvo de forma tácita), en cierta forma fue rechazado por los "poderosos". Hitler, a continuación, lanzó una campaña de ataques insidiosos contra Bruning, acusándolo de ser la personificación del sistema que gobernaba Alemania desde 1918.

El éxito de Hitler en las elecciones de Hesse (1931) hizo que Schleicher, Jefe del Ejército, continuase acercándose a Hitler. El ejército pensó cada vez con más fuerza en Hitler al que creía poder manejar llegado el momento. También los magnates de la industria comenzaron a ver en Hitler un hombre que les podía ser útil y le empezaron a apoyar económicamente. Incluso Brüning necesitaba la colaboración de Hitler para asegurar la reelección de Hindenburg en la presidencia de la República (ya que firmaba dócilmente sus decretos). Hindenburg, para presentarse a la reelección, había puesto como condición un acuerdo de dos tercios del parlamento lo que era impensable sin el apoyo nazi que se negaron en redondo a apoyar la reelección presidencial.

Cumplido el plazo del mandato presidencial, en 1932 se celebraron elecciones presidenciales. Hubo que convencer a Hindenburg, un hombre de 84 años, para que se presentase a la reelección como única forma de frenar a Hitler. Hasta el último momento Hitler presentó su candidatura apoyado por Goebbels con la opinión en contra de los sectores moderados del nazismo hubo que acelerar el proceso para que Hitler adquiriese la ciudadanía alemana). La campaña electoral fue muy agresiva, especialmente por parte de los comunistas (siguiendo directrices de Moscú centraron sus ataques en los socialdemócratas) y de los nazis. Estos hicieron una campaña muy espectacular e imaginativa: fotos, discos, envíos por correo, panfletos, gran cantidad de mítines (hasta 3000 en un sólo día), masivas concentraciones.... Hitler, durante la segunda vuelta, recorrió Alemania en un aeroplano alquilado siguiendo una brillante idea de Goebbels.




Hindenburg habló sólo una vez: "no pido los votos de los que no deseen votarme".  Señala Thornton que este discurso seguramente le valió muchos miles de votos.


Alocución de Hindenburg durante la campaña electoral , 1932
En la primera vuelta (13 de marzode 1932) los candidatos más votados  fueron Hindenburg (18.651.497 votos) y Hitler (11.339.446). En la segunda vuelta, celebrada el 10 de abril: Hitler obtuvo 13.418.548 votos (36,8 %)  y Hindenburg, el ganador, obtuvo 19.359.983 (un 53 %). En esta segundo vuelta incluso los Socialdemócratas votaron a Hindenburg para impedir la  elección del líder nazi.

Ante el descubrimiento de pruebas que indicaban que las SA podían intervenir violentamente ante un hipotético triunfo comunista, el Gobierno disolvió las SA y las SS (abril, 1932). El General Schleicher se opuso a esta medida pues, en el fondo, aspiraba subir al poder apoyado por los Nacionalsocialistas. Röhm quería resistirse, pero Hitler se negó a secundarle lo que no gustó a muchos miembros del Partido. Lo cierto es que ambas organizaciones conservaron su estructura dentro del Partido.

Muy pronto se celebraron elecciones en Prusia y otros lander, en todas hubo un auge del Nazismo, por ejemplo, en Prusia, el Partido Nazi se convirtió en el partido más votado. La campaña electoral de los nazis en Prusia no desmereció nada de la de las elecciones presidenciales.

Schleicher, que había sido el más firme defensor del nombramiento del Canciller, vio ahora en Brüning un obstáculo para llegar a un acuerdo con el NSDAP y decidió deshacerse de él. El gobierno Brüning cayó en mayo de 1932. 


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