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domingo, 6 de octubre de 2013

RESEÑA DEL LIBRO "IDEAS QUE CAMBIARON EL MUNDO"

BERBEL, S., CÁRDENAS, M. y PALEO, N.: “Ideas que cambian el mundo”. Ediciones Cátedra. Col. Feminismo. Madrid, 2012. (265 págs.)

Partiendo de la tesis del poder de las ideas para transformar las sociedades, las autoras de esta obra hacen un repaso a las aportaciones, individuales y colectivas, de un gran número de mujeres (desde el siglo XVIII hasta las primeras décadas del s. XX) que, con sus ideas, precipitaron importantes cambios en la sociedad occidental, muchos de ellos revolucionarios.
La obra pone de relieve el pensamiento y la actuación de varias mujeres en torno a unas cuestiones básicas: la igualdad, la libertad, la fraternidad, la justicia social, el internacionalismo y la vida privada. En un capítulo aborda el difícil arraigo de la igualdad en España. A lo largo de la obra se menciona la lucha de las mujeres  por superar su situación de desigualdad y conseguir unas metas que han tardado hacerse realidad en las sociedades europeas (algunas aún no se han logrado).
A lo largo del libro se incluyen un buen número de fragmentos de escritos de las protagonistas que ayudan a entender mejor el pensamiento de sus autoras. Se completa con una abundante bibliografía.
Un libro interesante, de fácil lectura, que aporta la voz de las mujeres sobre su situación en el mundo androcéntrico de los siglos XVIII, XIX y primeras décadas del XX.

ALGUNAS IDEAS QUE SE DESARROLLAN EN EL LIBRO:

Aparte de algunas alusiones a la Antigüedad Clásica (Aspasia defensora de la libertad y la igualdad), el protagonismo de las mujeres emerge con fuerza en la Revolución Francesa, especialmente en su etapa Jacobina. El texto deja constancia de la exigencia de estas mujeres, muchas veces desde Asociaciones o Clubs femeninos, de una participación política en condiciones de igualdad con el hombre. Mujeres que abrieron un camino que se tardaría mucho en recorrer totalmente: Etta Palm, Lacombe, Olympe de Gouges, etc. En 1848, mientras las mujeres tenían un gran protagonismo en las barricadas revolucionarias en Europa, al otro lado del Atlántico, en Seneca Falls, se promulgaba una Declaración en pro de los plenos derechos civiles y sociales de la mujer y se abogaba por el derecho al voto. Las mujeres volvieron a dejarse ver y oir durante La Comuna de París (Louise Michel, E. Dmitrieva, Sonia Kovalevskaya, Eleanor Marx…) a pesar de lo cual no consiguieron que se reconociera el derecho al voto.

La lucha por el derecho a voto fue una de las primeras grandes reivindicaciones de la mujer. Lucharon por conseguirlo las mujeres de clase media-alta con acciones un tanto llamativas. Sin embargo, éstas no cuestionaban el orden económico y social. Fue necesario que apareciera el feminismo socialista para que mujeres como Flora Tristán fusionaran los principios del socialismo y del feminismo.

 Muchas mujeres trataron de combatir las ideas que defendían la desigual de hombres y mujeres basándose en la desigualdad genética y pusieron de manifiesto que las desigualdades eran más bien producto del desigual acceso a la educación. Muchas mujeres destacaron en sus escritos la necesidad de luchar por la igualdad, por ejemplo Simone de Beauvoir (cuya obra puede considerarse un referente para el avance en este tema), Clara Campoamor y tantas otras.

Otra propuesta feminista es que la justicia debe contemplar acciones que corrijan las desigualdades económicas y acciones que superen el canon androcéntrico. Una denuncia recurrente fue la de la condición de esclavitud a la que las mujeres se veían reducidas.

Un campo donde las mujeres tuvieron un claro protagonismo fue en la organización del socialismo europeo. Rosa Luxemburg y Clara Zetkin tuvieron papel destacado en la creación del SPD, en la II Internacional y, posteriormente en la creación de la Liga Espartaquista y el Partido Comunista Alemán. Actividades por las que sufrieron represión o incluso, como en el caso de Rosa Luxemburg, la muerte.

También lucharon las mujeres por conseguir la implantación de fórmulas que impidiesen el sometimiento de las mujeres a los hombres en la vida privada y el establecimiento de relaciones en pie de igualdad. Peticiones como el amor libre, el derecho al divorcio, relaciones sexuales en pie de igualdad, unas nuevas formas de familia… fueron algunas de las metas de mujeres como George Sand quien exaltó el amor libre de obstáculos y lo llevó a la práctica en su propia vida.

En su análisis, la obra se queda en las primeras décadas del s. XX, aunque hace una reflexión a la actualidad y a las enormes posibilidades que ofrecen las NN.TT. (Web 2.0, blogosfera, redes sociales…) para crear redes virtuales que pueden ayudar a aumentar la autoestima de las mujeres y, a la vez, avanzar en la construcción de un modelo de sociedad diferente.


El segundo capítulo está dedicado al difícil arraigo de la feminidad en España, un país de predominio agrícola y con gran influencia de la Iglesia defensora de los roles clásicos en la familia tradicional. Ello dificultó la aparición de movimientos feministas en el XIX, con el breve paréntesis de la I República, a pesar de todo hubo voces como la de Josefa Amar, Inés Joyces, Rosalía de Castro, Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Teresa Claramunt, etc. Fue en las primeras décadas del s. XX, y especialmente durante la II República cuando se produjo un gran avance en el movimiento feminista, un gran número de mujeres formaron varias asociaciones para reclamar el derecho a la igualdad. Destacaron: María Espinosa de los Monteros, Lucía Sánchez Saornil, María Cambrils, Carmen de Burgos, las diputadas Clara Campoamor y Victoria Kent, y un largo etc.

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