"El descenso de los precios provocado por una mayor eficiencia y especialización de la producción es, efectivamente, un beneficio. Pero el descenso de precios que implica la ruina del productor es uno de los mayores desastres que puedan ocurrir..."
En las elecciones de 1932, el triunfo de Roosevelt fue aplastante. En su discurso de toma de posesión (4 de marzo de 1933), el nuevo Presidente marcó las pautas de su actuación para hacer frente a la depresión. Algunos puntos de su discurso:
- Asumir y reconocer la gravedad de la situación: "Este, en especial, es el momento de decir la verdad, toda la verdad, con franqueza y valor. No debemos rehuir, debemos hacer frente sin temor a la situación actual de nuestro país."
- Disipar temores e infundir confianza en poder superar la situación: "Por tanto, ante todo, permítanme asegurarles mi firme convicción de que a lo único que debemos temer es al temor mismo, a un terror indescriptible, sin causa ni justificación, que paralice los arrestos necesarios para convertir el retroceso en progreso". "Sin embargo, nuestras penurias no se derivan de una carencia de recursos. No sufrimos una plaga de langostas. En comparación con los peligros que nuestros antepasados vencieron gracias a su fe y a su coraje, aún tenemos mucho por lo que sentirnos agradecidos."
- Tomar medidas inmediatas, siendo una prioridad el paro: "Este país exige acción, y una acción inmediata. Nuestro mayor y primordial empeño es el de poner a la gente a trabajar"
- Reclama un gobierno fuerte y con poderes suficientes para tomar las medidas: "Pediré al Congreso el único instrumento que queda para enfrentarse a la crisis: un amplio poder ejecutivo para librar una batalla contra la emergencia, equivalente al que se me concedería si estuviéramos siendo invadidos por un enemigo."
- Proclama la necesidad de una regeneración ética que impida los abusos que llevaron a la crisis: "Ahora debemos devolver a ese templo sus antiguos valores. La magnitud de la recuperación depende de la medida en que apliquemos valores sociales más nobles que el mero beneficio económico."
- Declara que en política internacional será "un buen vecino": "En el ámbito de la política internacional, consagraría este país a la política del buen vecino; del vecino que se respeta a sí mismo con resolución porque, al hacerlo, respeta los derechos del resto; del vecino que respeta sus compromisos y la inviolabilidad de sus acuerdos con una comunidad de vecinos mundial de la que forma parte"
Estos propósitos se plasmaron en las principales leyes del New Deal
Un discurso que viene muy bien ahora con esto de la crisis. Roosevelt aplicó las recetas de Keynes, a las que habría tal vez que volver ahora para empezar la senda del crecimiento y del empleo; pero los neoliberales de hoy no están por la labor.
ResponderEliminarUn saludo.
Tienes razón, Cayetano. A veces uno se pregunta a quién benefician las medidas de la UE; de momento, no a los trabajadores.
ResponderEliminarUn cordial saludo