La III Internacional

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Tatlin fue el autor de esta maqueta (1919-20) que, una vez construida, se convertiría en un homenaje a la III Internacional y, a la vez, en su sede. Una torre inclinada, de desarrollo en espiral, que mediría 400 metros de altura (superando a la torre Eiffel de París) que quería encarnar el dinamismo de la sociedad revolucionaria socialista. Nunca llegó a construirse