El calendario ruso llevaba 13 días de adelante sobre el occidental, así que la Revolución de febrero puede llamarse Revolución de marzo. "Una de las revoluciones más espontaneas, más anónimas y más acéfalas de toda la Historia" al decir de Chamberlain.
La participación de Rusia en la I Guerra Mundial agravó la situación del país y el descontento de la población. Se puede decir que fue un "acelerador de la historia"
“La participación de Rusia en la I Guerra Mundial (1914-1918), junto a Francia y a Gran Bretaña, agudizó los problemas que la sociedad rusa tenía planteados y aumentó el número de descontentos por la actuación del régimen zarista. En el frente, millones de soldados morían o eran mutilados sin tener la más ligera idea de por qué y para qué era la guerra. La miraban como un antojo del zar; y cuando se dieron cuenta de que todos sus heroicos esfuerzos (...) no daban el menor resultado por culpa de la incompetencia del Alto Mando, empezaron a preguntarse por qué tenían que seguir sacrificando sus vidas por nada. Este sentimiento prendió también en los oficiales, que, ya por entonces, tras las cuantiosas bajas sufridas a todo lo largo del escalafón, eran en buena parte intelectuales de uniforme. En 1916, el mando había registrado un millón y medio, aproximadamente, de desertores”. C. HILL
El 23 de febrero hubo manifestaciones masivas, acompañadas de huelgas, pidiendo "Pan, Paz y abajo la Autocracia". Estas peticiones hacían referencia a los grandes problemas que tenía Rusia: reparto de la tierra, autoabastecimiento, situación en la Guerra y sus efectos y el autocrático sistema político. El primer día hubo una manifestación de mujeres obreras, el segundo día la protesta (de mujeres y hombres) discurrió por los barrios burgueses y en la del tercer día tuvieron un papel destacado los Bolcheviques. El día 25 llegaba un telegrama del Zar que estaba en el frente:
"Ordeno que a partir de mañana cese en la capital el desorden que en modo alguno puedo tolerar en esta hora grave de la guerra".
El gneral Khabalov, responsable de mantener el orden, no sabía cómo actuar, si se atenía a la orden del Zar era preciso disparar.
En los días siguientes crecieron las manifestaciones. El Zar pensaba que se podrían reducir fácilmente sin tener en cuenta que las tropas eran de reciente reclutamiento y que no estaban dispuestas a luchar contra el pueblo. Estaba muy equivocado al evaluar la situación. El día 25 hubo 40 muertos entre los obreros a pesar de que muchos soldados se negaron a disparar. El día 26 hubo 200 muertos, fue la sentencia de muerte del zarismo. Los soldados, en la noche del 26 al 27 de febrero, se amotinaron y asesinaron a varios oficiales. el día 27 la tropa confraternizó con el pueblo.
Paralelamente, se van formando Sóviets. El de San Petesburgos, apoyado por Kerenski, lanzó una llamada al País a través del periódico "Izvestia" animando a los ciudadanos a "emprender la lucha contra el Zarismo, formar Soviets, asumir la gestión de los asuntos locales, reunir la Asamblea Constituyente".
Se estableció un Gobierno Provisional presidido por el príncipe Luov, sin el consentimiento de Nicolás II, contaba con el apoyo de los socialistas moderados. El Zar, abandonado por el Ejército, carecía de de autoridad. El hombre fuerte del gobierno era Kerenski un abogado moderado del Partido Social-Revolucionario que se encargó de los Ministerios de Guerra y Justicia.
En la práctica, en Rusia había un doble poder:
- El Gobierno Provisional que, en palabras de Luov, tenía la autoridad, pero no el poder.
- Los Soviets con fuerte apoyo popular. En ellos tienen gran protagonismo Mencheviques y Socialrevolucionarios. En las primeras semanas, los Bolcheviques estuvieron un poco al margen lo que evitó su desgaste.
"En febrero el gobierno y el soviet se mantienen en equilibrio: el primero tenía el poder sin la fuerza, el segundo la fuerza sin el poder" (Girault y Ferro).
El 6 de marzo, el Gobierno Provisional hizo su primera declaración:
Ciudadanos del Estado Ruso:
Un gran acontecimiento se ha producido. Gracias a la indomable energía del pueblo ruso, el antiguo régimen ha sido derrocado. Ha nacido una Rusia libre y nueva. Esta gran revolución es el coronamiento de muchos años de combate.
El gobierno cree que el espíritu de profundo patriotismo manifestado durante la lucha contra el Antiguo Régimen sostendrá a nuestros valientes soldados en los campos de batalla. Por su parte, hará todo lo posible para proveer al ejército de lo necesario para llevar la guerra hasta su final victorioso. El Gobierno considerará como sagradas las alianzas que nos ligan a otras potencias y respetará a la letra los acuerdos concertados con nuestros aliados.
A la vez que toma medidas para defender al país frente al enemigo exterior, el Gobierno considerará como su deber esencial dejar que la voluntad popular se exprese en lo concerniente a la opción de un régimen político, y convocará la asamblea constituyente lo más rápidamente posible sobre la base del sufragio universal, directo, igual y secreto, garantizando asimismo la participación en las elecciones a los valientes defensores de la tierra de nuestros antepasados, que están derramando su sangre en los campos de batalla. La asamblea constituyente promulgará las leyes fundamentales que garanticen al país los derechos inalienables de la justicia, la libertad y la igualdad.
Comprendiendo toda la gravedad de esta ausencia de derechos que oprime al país y constituye un obstáculo al impulso creador del pueblo, en un momento de gran conmoción nacional, el Gobierno Provisional juzga necesario proveer inmediatamente al país, aún antes de la convocatoria de la asamblea constituyente, de las leyes que aseguren la salvaguarda de la libertad civil y de la igualdad, lo que permitirá a todos los ciudadanos contribuir libremente a una obra emprendida en beneficio de todos los ciudadanos del país. El gobierno se compromete asimismo a la promulgación de leyes que aseguren a todos los ciudadanos una participación igual en las elecciones de los órganos de autogobierno sobre la base del sufragio universal.
En el momento de la liberación nacional, el país entero recordará con gratitud a aquellos que, defendiendo sus convicciones políticas y religiosas, han caído víctimas de la represión del Antiguo Régimen. Y el Gobierno Provisional considera como un honroso deber rescatar del exilio y de la prisión, con todos los honores, a los que han sufrido por el bien de la patria.
Al cumplir estas tareas, el Gobierno Provisional tiene la convicción de que ejecuta así la voluntad popular y de que toda la Nación lo sostendrá en sus leales esfuerzos por asegurar el bienestar a Rusia. Esta certeza le da ánimo. El Gobierno Provisional considera que sólo el apoyo caluroso del pueblo entero puede garantizar el triunfo del nuevo régimen.
Como se puede ver en la anterior declaración, el Gobierno Provisional tomó decisiones importantes: convocatoria de una Asamblea Constituyente por sufragio universal (mayores de 21 años, hombres y mujeres), concesión de una amplia amnistía (a la que pudo acogerse Lenin), garantía de libertades civiles y continuación en la Guerra Mundial.
Si observamos las tras peticiones básicas de "Pan, Paz y Abajo la Autocracia", el Gobierno Provisional había atendido a únicamente a la última, el desmantelamiento del régimen autocrático del Zar. Respecto al Pan no hay decisiones y frente a los deseos de salir de la Guerra expresados por la población, el Gobierno Provisional manifestó su decisión de seguir en ella. El Gobierno Provisional había representado un avance, pero no parecía suficientes.
El 15 de marzo, el Zar Nicolás II abdicó en el Gran Duque Miguel, pero éste rehusó a la espera de lo que decidiera la Asamblea Constituyente. Esta abdicación se recibió con gran entusiasmo a toda Rusia.
“En estos días decisivos para la existencia de Rusia, Nos creemos deber facilitar, obedeciendo a nuestra conciencia, la unión y organización de todas sus fuerzas para la rápida consecución de la victoria.
Por ello, de acuerdo con la Duma Imperio, estimamos actuar bien al abdicar la corona del Estado y al deponer el poder supremo. No queriendo separarnos de nuestro bienamado hijo, legamos nuestra herencia a nuestro hermano, el gran duque Miguel Alexandrovich...”
Abdicación de Nicolás II.
Se proclamó la República.
Al Gobierno, a Kerenski, a la Duma y a los Soviets llegan multitud de mensajes, cartas, telegramas, etc., con peticiones. Son los "cuadernos de quejas" de la Revolución Rusa:
- Los obreros piden jornada de ocho horas, seguridad en el empleo, formación de comités en las fábricas, buenas condiciones sanitarias en el trabajo, aumento de salarios...
- Los campesinos reclaman propiedad de la tierra que trabajan, distribuciones gratuitas de fincas abandonadas o de tierras del Estado....
- Los soldados piden el fin de la guerra, pensiones de guerra, indemnizaciones a heridos y mutilados, elección de los oficiales...
La burguesía, desde el Gobierno Provisional, no puede atender a estas reivindicaciones. El resultado es una gran inestabilidad.